Brandon Toruño denuncia que fue abusado por transexual
Brandon Toruño, un joven oriundo de Puntarenas, denunció que fue abusado por un transexual hace un año.
Segun la denuncia de Toruño, fue besado a la fuerza, y ya interpuso la denuncia correspondiente ante la fiscalía de genero.
Los hombres también sufrimos de acoso y abuso sexual. Yo fui abusado por la activista Victoria Rovira y ya he interpuesto la denuncia penal correspondiente ante la fiscalía de género.
En los comentarios dejaré una foto de la denuncia, el relato de dos folios que yo mismo redacté y aporté como prueba y algunas otras evidencias como correos, mensajes y tuits.
El día 19 de junio conversé con Victoria vía Messenger. Ella me manifestó que yo le parecía demasiado lindo y que le encantaba ver mis posturas en redes sociales, concretamente en twitter. También me dijo que estaba interesada en trabajar conmigo en un proyecto para zonas rurales.
Victoria y yo seguimos conversando de forma esporádica y resultó que, en el transcurso de las conversaciones, coincidimos en asistir a una reunión que se realizaría en Casa Presidencial el día martes 22 de junio a las 5 pm, a la que fuimos invitados por el Comisionado Presidencial Luis Salazar Muñoz.
Era la segunda reunión de esta índole y en mi caso fui invitado vía correo electrónico a una primera reunión que se celebró el 22 de mayo (adjunto los correos), a la cual no pude asistir pero si asistí a la segunda. Quedamos en ir juntos para que, una vez finalizada la reunión, pudiéramos conversar sobre el proyecto que me había propuesto Victoria y otros temas de carácter político.
Eventualmente el día martes 22 de junio Victoria me comunicó que creía que iba a llegar tarde a la reunión, por lo que me dijo que nos viéramos en Casa Presidencial y luego me propuso que la acompañara a ver una obra de teatro sobre discriminación a la población LGTB en Barrio Escalante para finalmente conversar sobre su proyecto en algún restaurante cercano. Así fue y yo llegué a Casa Presidencial a eso de las 5 pm, entré al salón donde se celebró la reunión y Victoria se incorporó después (consta en los registros de entradas y salidas de Casa Presidencial).
Habían pasado unos pocos minutos desde que Victoria se incorporó cuando me dijo que debíamos retirarnos para poder ir a ver la obra a la que me había solicitado que le acompañara. Con muchísima pena tuve que retirarme junto con ella. Tomamos un UBER desde Casa Presidencial hasta Barrio Escalante. Una vez llegados al lugar donde se iba a realizar la obra de teatro (un edificio en construcción por cierto), trascendió que la obra empezaba a una hora más tarde, por lo que a mí se me complicaba porque tenía otro compromiso, así que le dije a Victoria que me disculpara pero que no podía quedarme hasta esa hora porque tenía otra ocupación y le propuse ir a algún restaurante para conversar sobre su proyecto y posteriormente retirarme.
Fuimos a un restaurante de Escalante (no recuerdo cuál), pedimos una botella de vino y empezamos a conversar.En todo momento traté a Victoria con amabilidad pero con el respeto y la prudencia propia de una relación que se basaba estrictamente en temas políticos y sociales. Recuerdo que me entraban llamadas y mensajes (algo que es normal puesto que por motivos de mi participación activa en política y mi imagen pública atiendo muchos mensajes y llamadas diarias de personas que quieren contactarse conmigo para diversos temas políticos o para concretar reuniones o entrevistas). Noté a Victoria visiblemente incomoda, y me decía cosas como “deje de estar tan tenso”, “relájese”, “por qué tan estresado”, “deje de ser tan político y sea más usted”. Yo le respondí a Victoria que me encontraba bien y que así era mi forma de ser. Recibí una llamada -no recuerdo si de un exdiputado o un exministro- pero no podía rechazarla, así que me disculpé con Victoria y atendí la llamada. Al regresar, ella expresivamente molesta me dijo que dejara el teléfono porque estaba con ella. Continuamos conversando (yo omití ese acoso y esa exasperación de su parte que no entendí hasta que se dió el abuso de su parte). Ya cuando habíamos terminado de conversar nos tomamos una foto con su teléfono que ella me pidió para subirla a sus redes sociales.
Me dijo que me acercara a su lado para mostrarme cómo había quedado la fotografía (anteriormente me había sentado frente a ella en una mesa para dos y no a su lado). Me acerqué y ella -no sé si por accidente o al propio- puso una foto donde me parece que estaba desnuda y en posiciones explícitas y dejaba ver su ano. Yo por inercia aparté la mirada y ella en ese momento me dijo “hey” y me besó sin consentimiento. En ese momento me sentí incomodo y violentado, porque a pesar de que la traté como a una mujer, estaba consiente de que es un trans.
Ella me besó públicamente y sin mi consentimiento, y ha sido la primera vez que me he sentido violentado. Fue el momento más detestable de mi vida. Confieso que no supe qué hacer por un segundo, hasta que decidí apartarme, le dije que tenía que irme. Llamé a una persona que debía recogerme, pagué mi cuenta y me fui a los minutos. Sólo después entendí que la intención de Victoria nunca fue política, por eso sus llamamientos a “relajarme”.
Hoy, casi un año después, decidí no guardar más silencio para evidenciar que los hombres también sufrimos acoso sexual. Me motivó todo este ambiente de agresión a la mujer pero que normaliza o minimiza cuando esa agresión se sale de los estándares ‘esperados’ y es cometida por una mujer siendo el hombre la víctima. Me motivó saber que hoy la justicia es injusta para con nosotros y que este es el sentimiento que compartimos muchos hombres. Así que quise alzar mi voz y sentar un precedente. Esos colectivos que dicen defender a las presuntas víctimas nunca defienden a los hombres sencillamente porque eso no les genera beneficio político ni mediático, y esos activistas que dicen ‘defender los derechos humanos’ también comenten abusos como el que cometió Victoria. Estoy seguro que entre ellos se acuerpan puesto que no van a marchar a la casa de Victoria para decirle “abusadora” (aún cuando ella se jactó públicamente de haberlo hecho) como si lo hacen cuando el presunto victimario es un hombre que representa la antítesis de sus intereses.