Autoridades refuerzan operativos en zonas conflictivas por la “Quema de Judas”
Tradición de Semana Santa se ha convertido en foco de violencia y delitos en varias comunidades del país
De celebración popular a disturbios generalizados
Lo que en algún momento fue una actividad simbólica y folclórica, hoy representa un dolor de cabeza para cuerpos policiales y de emergencia. La tradicional “Quema de Judas”, realizada por jóvenes en varias localidades durante la Semana Santa, ha dejado de ser un simple ritual cultural para convertirse en un detonante de actos delictivos y alteraciones al orden público.
De acuerdo con la Fuerza Pública, comunidades como Santa Ana, Pavas, Parrita, y sectores específicos de Heredia y Alajuela, presentan un patrón recurrente de disturbios vinculados con esta práctica. Por ello, las autoridades han decidido reforzar la presencia policial en estas zonas, con el objetivo de prevenir situaciones de riesgo.
“La presión de grupo convierte lo recreativo en criminal”
Freddy Guillén, director de Operaciones de la Fuerza Pública, explicó que la quema de Judas inicia generalmente como un juego o espectáculo entre jóvenes. Sin embargo, la influencia del grupo y el consumo de alcohol llevan a que las cosas escalen rápidamente.
“Muchos inician con un muñeco simbólico, pero después queman maleza, muebles y objetos robados de viviendas o negocios cercanos. Incluso hemos tenido que intervenir cuando se agreden entre ellos o atacan a nuestros oficiales”, señaló.
Estos incidentes no son aislados. Guillén advierte que cada año aumentan los reportes de saqueos, hurtos y agresiones, lo que ha obligado a la Policía a redoblar esfuerzos logísticos y humanos.
Bomberos en alerta: “No es momento para caos”
Desde el Cuerpo de Bomberos, también se han encendido las alarmas. Ricardo Mora, jefe del Batallón de Bomberos, manifestó su preocupación por el incremento en emergencias generadas por estas acciones.
“Lo que debería ser un periodo de reflexión se ha transformado, en algunas comunidades, en una excusa para generar caos y poner en peligro vidas y propiedades. Esta no es la manera de mantener viva una tradición”, expresó Mora.
En años anteriores, cuerpos de bomberos han debido atender múltiples incendios provocados intencionalmente, muchos de ellos en terrenos baldíos donde los jóvenes queman los muñecos y otros objetos, sin considerar las consecuencias para el ambiente o la seguridad.
Consecuencias legales para quienes participen
Las autoridades han sido claras: quienes participen en hechos violentos o dañen propiedad pública o privada podrían enfrentar sanciones legales. Estas van desde penas contravencionales hasta procesos penales por daños, agresiones o robos.
Guillén subrayó que el objetivo no es criminalizar las tradiciones, sino preservar la seguridad de las comunidades.
“La cultura no puede usarse como justificación para delinquir. Queremos que la gente celebre en paz, sin afectar a otros ni poner en riesgo sus vidas”, concluyó.
Comunidades bajo vigilancia especial
Las autoridades han trazado un mapa con zonas de mayor incidencia, donde se desplegarán patrullas preventivas, retenes móviles y presencia policial constante durante la Semana Santa:
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Pavas y Santa Ana, en San José
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Parrita, en Puntarenas
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Distritos de Heredia central
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Barrios del oeste de Alajuela
Además, se mantendrá una coordinación estrecha con cuerpos de bomberos y comités de emergencia locales, en caso de que se presenten conatos de incendio o actos violentos.