Alarma en Costa Rica: Jóvenes ya no quieren tener hijos y hay más muertes que nacimientos, ¿qué significa esto para el futuro?
Costa Rica enfrenta un panorama demográfico complejo: caída histórica en la fecundidad y aumento en la mortalidad.
En las últimas décadas, Costa Rica ha experimentado cambios demográficos significativos que reflejan un panorama social y económico en evolución. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el país atraviesa una etapa de “ultra baja fecundidad”, con una caída drástica en el promedio de hijos por mujer. Este fenómeno plantea importantes retos para el desarrollo social y económico de la nación.
Caída de la fecundidad: menos hijos por mujer
El informe del INEC detalla que, en tan solo una década, la tasa global de fecundidad pasó de 1,76 hijos por mujer en 2013 a 1,19 en 2023. Este cambio coloca a Costa Rica por debajo del nivel de reemplazo poblacional (2,1 hijos por mujer), lo que genera preocupaciones sobre el futuro crecimiento de la población y sus implicaciones en áreas como la fuerza laboral, el sistema de pensiones y la sostenibilidad económica.
Las razones detrás de esta tendencia son multifactoriales. Factores como el acceso a la educación, mayores oportunidades laborales para las mujeres, el costo de vida elevado y los cambios en las prioridades familiares han contribuido a que cada vez más parejas opten por tener menos hijos o postergar la maternidad.
Aumento en la mortalidad general
Mientras la fecundidad disminuye, la mortalidad general ha mostrado un incremento sostenido. Entre 2013 y 2023, las defunciones por cada mil habitantes pasaron de 4,17 a 5,68, un cambio atribuido al envejecimiento de la población y al impacto de la pandemia de COVID-19 en 2021. Aunque la incidencia de muertes relacionadas con el virus ha disminuido desde 2022, el envejecimiento demográfico sigue siendo una de las principales causas del aumento en las tasas de mortalidad.
Comportamiento irregular en la mortalidad infantil
Otro aspecto relevante es la tasa de mortalidad infantil, que ha mostrado fluctuaciones. En 2013, se reportaron nueve muertes de menores de un año por cada mil nacimientos, descendiendo a ocho en años como 2015, 2017 y 2019. Sin embargo, a partir de 2021, esta tasa volvió a aumentar, situándose nuevamente en nueve defunciones por cada mil nacimientos.
Mejora en la mortalidad materna
A pesar de estas tendencias, la mortalidad materna ha mostrado una notable disminución. Las muertes relacionadas con el embarazo, parto o posparto pasaron de 4,05 a 1 por cada 10.000 nacimientos entre 2021 y 2023. Este avance refleja el impacto positivo de las políticas de salud pública enfocadas en la atención materna y perinatal.
Desafíos para el futuro
El INEC subraya que estos indicadores son calculados a partir de estadísticas vitales como nacimientos, defunciones y matrimonios, y se comparan con proyecciones de población. Estos datos ponen de relieve los desafíos demográficos que enfrenta Costa Rica, como el envejecimiento poblacional, la reducción de la fuerza laboral activa y las implicaciones sociales y económicas de una población en declive.
Con una fecundidad históricamente baja y un aumento en la mortalidad general, Costa Rica se encuentra en un momento crítico que exige una reflexión profunda y estrategias a largo plazo para garantizar el bienestar y la sostenibilidad de su población.