(Videos) Abren la quinta y última Puerta Santa del Jubileo 2025
El Cardenal James Michael Harvey, Arcipreste de la Basílica Papal San Pablo Extramuros en Roma, abrió la quinta y última Puerta Santa del Jubileo de la Esperanza 2025.
Las Puertas Santas de este Año Jubilar, iniciado por el Papa Francisco el 24 de diciembre al abrir la primera en la Basílica de San Pedro, están también en la Basílica de Santa María la Mayor y en la de San Juan de Letrán. Y en esta ocasión, por un pedido especial del Santo Padre, en la cárcel romana de Rebibbia.
«Ábreme las puertas de la justicia, entraré y daré gracias al Señor”, fue la invocación final que pronunció el cardenal antes de ingresar por la Puerta Santa de la basílica donde reposan los restos de San Pablo, el llamado “Apóstol de los gentiles”, y en donde están los retratos de todos los Papas: desde San Pedro hasta Francisco.
Luego del rito de apertura de la Puerta Santa de San Pablo Extramuros, el Cardenal Harvey, los sacerdotes concelebrantes y fieles presentes, ingresaron a la Basílica para participar de la Santa Misa.
“Hemos cruzado el umbral del templo santo con inmensa alegría porque, de modo emblemático, hemos cruzado la puerta de la esperanza: la alegría y la esperanza es el binomio que delinea el rito litúrgico”, destacó al inicio de su homilía el purpurado estadounidense de 75 años, nacido en Wisconsin.
“La alegría porque ha nacido el Salvador, la esperanza porque Cristo es el Salvador, es nuestra esperanza. Es la alegría que caracteriza el tiempo de Navidad”, subrayó el cardenal que sirve como Arcipreste de San Pablo Extramuros desde 2012.
El Cardenal Harvey explicó que el Niño Jesús vino al mundo y se encarnó “no sólo para ser admirado o acogido como compañero sino para comunicarnos su propia vida filial, para llevarnos a una relación íntima con Dios. En Jesús recibimos la adopción como hijos, lo que nos confiere una dignidad excepcional, que nos conduce a una plenitud insuperable”.
“La alegría —continuó el purpurado— es también el sentimiento adecuado para el don de la redención en Jesucristo: el Padre rico en misericordia envía a su Hijo para salvarnos, el Hijo de Dios se humilló, aceptando voluntariamente la muerte en la cruz para quitarnos los pecados del mundo y nos hace entrar en la perspectiva de la bienaventurada esperanza”.
En ese sentido, destacó el cardenal, “la apertura de la Puerta Santa marca el paso salvífico abierto por Cristo con su encarnación, muerte y resurrección, llamando a todos los miembros de la Iglesia a reconciliarse con Dios y con el prójimo”.
“Cruzando con fe el umbral de esta Basílica entramos en el tiempo de la misericordia y del perdón para que, en palabras de nuestro patrón, San Pablo, se abra a toda mujer y a todo hombre el camino de la esperanza que no defrauda, que hoy más que nunca necesitamos”.
En este periodo “postpandémico” y herido por crisis y guerras, prosiguió el Arcipreste, hace falta esa esperanza de la que habla el Papa Benedicto XVI en su encíclica Spe Salvi (Salvados por la esperanza) “que ofrece una perspectiva original sobre la relación entre el presente y el futuro”.
“El presente, aunque sea fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino. Sólo cuando el futuro es cierto como realidad positiva, se hace llevadero también el presente”.
Con Cristo, destaca Benedicto XVI en su encíclica, “la puerta oscura del tiempo, del futuro, ha sido abierta de par en par. Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva”.
El Cardenal Harvey recordó luego una catequesis reciente del Papa Francisco sobre la esperanza, en la que subrayó que “esperanza no es una palabra vacía, ni nuestro vago deseo para que las cosas vayan bien: es una certeza, porque se fundamenta en la fidelidad de Dios a sus promesas”.
Por esta razón se llama virtud teologal, “porque está infundida por Dios y tiene a Dios como garante. No es una virtud pasiva, que se limita a aguardar que las cosas sucedan. Es una virtud supremamente activa que ayuda a que sucedan”.
De acuerdo a la bula Spes not confundit, con la que el Papa Francisco convocó el Jubileo ordinario 2025, las Puertas Santas de las basílicas de San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor se cerrarán el 28 de diciembre de este año.
La Puerta Santa de la Basílica de San Pedro se cerrará el 6 de enero de 2026, en la Epifanía del Señor, con lo que se dará por clausurado el Año Jubilar de la Esperanza.
*Con información de ACI Prensa.