Una Nueva ‘Miniluna’ Visitará la Tierra: El Fenómeno Astronómico de 2024
El 29 de septiembre de 2024, nuestro planeta experimentará un evento único: la llegada de una «miniluna», un asteroide conocido como 2024 PT5. Este fenómeno astronómico no se volverá a repetir hasta el año 2055, lo que hace de este acontecimiento una oportunidad excepcional para los amantes de la ciencia.
El asteroide, que fue descubierto el pasado 7 de agosto de 2024 por el sistema ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), tiene un diámetro aproximado de 11 metros, comparable al tamaño de un autobús. A pesar de ser relativamente pequeño en comparación con otros cuerpos celestes, el 2024 PT5 tendrá una notable influencia gravitacional durante su breve visita, orbitando la Tierra durante cerca de dos meses. Se estima que permanecerá en nuestro vecindario cósmico hasta el 25 de noviembre de 2024.
Este asteroide, originario del cinturón de asteroides de Arjuna, fue detectado mientras se desplazaba hacia nuestra órbita a una velocidad impresionante de 3,600 km/h. Los expertos han señalado que, aunque el 2024 PT5 no será visible a simple vista, su captura temporal por la gravedad terrestre brinda una valiosa oportunidad para la investigación astronómica. Debido a su pequeño tamaño, los telescopios convencionales no serán suficientes para observarlo; se requerirán equipos especializados para captarlo durante su breve estancia.
A lo largo de la historia, la Tierra ha tenido otras minilunas temporales, como los asteroides 2006 RH120 y 2020 CD3, que también orbitaban nuestro planeta por un tiempo limitado antes de continuar su viaje por el espacio. Sin embargo, el evento de este año es especialmente significativo, dado que no volverá a ocurrir hasta dentro de más de tres décadas.
Los astrónomos están entusiasmados con esta llegada, ya que representa una oportunidad única para aprender más sobre estos cuerpos rocosos y su comportamiento en proximidad a nuestro planeta. La importancia de este evento no solo radica en su singularidad, sino también en la capacidad que tienen los científicos para rastrear y estudiar estos asteroides, gracias a sistemas avanzados como ATLAS, que son fundamentales para la identificación de objetos que podrían representar un peligro para la Tierra.