Una maestra murió tras descompensarse delante de sus alumnos de sexto grado en medio de una clase
La docente tenía 48 años y también era entrenadora de fútbol. Su familia compartió una conmovedora carta después de la tragedia.
El dolor se apoderó de una comunidad escolar en Nueva York tras la repentina muerte de una querida maestra frente a sus estudiantes.
Adrian Gilmore, de 48 años, impartía lecciones a un grupo de sexto grado en una escuela primaria de Long Island cuando, de manera inesperada, sufrió una descompensación en plena clase. Aunque fue trasladada de inmediato a un hospital, lamentablemente agonizó por dos días antes de fallecer.
La tragedia, ocurrida el jueves anterior, dejó un profundo vacío no solo entre sus alumnos, sino también entre colegas, familias y amigos que la admiraban por su compromiso y calidez humana. Además de su labor como docente, Adrian también se desempeñaba como entrenadora de fútbol en la secundaria local, donde cosechó varios campeonatos y el cariño de decenas de jóvenes.
Las autoridades del colegio expresaron su dolor en una emotiva carta dirigida a la comunidad, destacando que Adrian no solo era una excelente educadora, sino también una mentora incansable, fuente de inspiración y defensora de los estudiantes. “Su legado trasciende las aulas y el campo de juego”, subrayó el superintendente Poole.
Gilmore, quien era madre de tres hijos, dejó una huella imborrable en todos quienes tuvieron el privilegio de conocerla. Aunque no se ha revelado públicamente la causa exacta de su muerte ni detalles del incidente que desencadenó el fatal desenlace, la consternación entre quienes la rodeaban es evidente.
La familia, profundamente afectada, organizó una campaña en GoFundMe para honrar su memoria. En el espacio, compartieron unas palabras que resumen la esencia de Adrian: “Su vida fue un reflejo hermoso: llena de gracia, fuerza y un amor inmenso por los demás. En cada rol que asumió, puso su corazón entero”.
Este triste suceso recuerda cuán impredecible puede ser la vida y cómo, en un abrir y cerrar de ojos, una persona que da luz y esperanza puede partir, dejando un legado imborrable en su comunidad.