Trágico y sangriento domingo de resurrección: ya son 290 muertes por ataques en Sri Lanka
Ataques terroristas con bombas en iglesias y aeropuertos mancharon de sangre el domingo de resurrección en Sri Lanka y así reacciona el mundo.
Al menos 290 personas, incluyendo docenas de extranjeros, murieron y cerca de 500 resultaron heridas en ocho atentados explosivos contra tres iglesias que celebraban la misa de Pascua y cuatro hoteles de lujo en Sri Lanka, en la peor jornada de violencia en el país desde la guerra civil que terminó hace una década.
De acuerdo con el portavoz de la policía, Ruwan Gunasekera, ya asciende a 24 el número de personas arrestas en relación con estos ataques. La policía informó que el domingo también fue hallado un dispositivo explosivo artesanal en una vía de acceso al aeropuerto de Colombo, aunque la bomba improvisada fue desactivada por peritos de la Fuerza Aérea.
Autoridades continúan investigaciones
El gobierno ordenó un toque de queda de duración indeterminada que entró en vigor el domingo y el bloqueo temporal de las redes sociales para evitar la difusión de informaciones falsas.
Seis deflagraciones se produjeron de mañana del domingo y otras dos por la tarde. Al menos en dos ataques hay relatos de testigos que hablan de un kamikaze como autor. En tanto, tres policías murieron cuando otro suicida hizo estallar explosivos durante el allanamiento a una casa en busca de sospechosos, apuntaron las mismas fuentes.
Al menos 35 extranjeros figuran entre los fallecidos, incluyendo un portugués, un holandés y varios estadounidenses. Ciudadanos japoneses y británicos resultaron heridos.
Día sangriento en una tranquila comunidad
«Fue un torrente de sangre», dijo N. A. Sumanapala, un comerciante al lado de la Iglesia de San Antonio en la capital de Colombo, atacada por la mañana. «Corrí adentro para ayudar. Me encontré al sacerdote que salía, cubierto de sangre».
En un video filmado en una de las iglesias atacadas se veían numerosos cuerpos descuartizados por el suelo, lleno de escombros y de sangre. La explosión fue tan fuerte que provocó el desprendimiento de parte del techo.
Influencias condenan lo sucedido
El ministro de Reformas Económicas, Harsha de Silva, dio cuenta en Twitter de «escenas horribles» en la iglesia de San Antonio y en dos de los hoteles atacados, que visitó. «Vi fragmentos de cuerpos desperdigados por todas partes», tuiteó, añadiendo que había «muchas víctimas, incluyendo extranjeros». El primer ministro calificó los ataques de «cobardes» e hizo un llamado por la unidad del país.
El papa Francisco expresó dirigiéndose a los fieles reunidos en la Plaza San Pedro del Vaticano su «tristeza» y se declaró cerca de «todas las víctimas de una violencia tan cruel».
En nuestro país, el gobierno de Carlos Alvarado emitió un comunicado en el que condena lo sucedido dirante los ataques.
Sri Lanka (21 millones de habitantes) es un país mayoritariamente budista que cuenta con unos 1,2 millones de católicos. Junto al 70% de budistas, los hindúes representan un 12%, los musulmanes un 10% y los cristianos un 7%.
El jefe de la policía de Sri Lanka, Pujuth Jayasundara, alertó hace diez días en una nota a los oficiales de alto rango de que un grupo musulmán radical planeaba ataques suicidas contra «iglesias importantes así como la embajada india en Colombo».
Extremistas son los principales sospechosos
El NTJ es un grupo musulmán radical de Sri Lanka que se dio a conocer el año pasado cuando fue implicado en actos vandálicos contra estatuas budistas.
En Sri Lanka, los católicos son percibidos como una fuerza unificadora ya que tienen adeptos tanto entre los tamiles como entre los cingaleses. Sin embargo, algunos cristianos son mal vistos porque apoyan las investigaciones exteriores sobre los crímenes presuntamente cometidos por las fuerzas armadas contra los tamiles durante la guerra que culminó en 2009.
Información: Agencia AFP