«Tenemos la obligación de evitar que El Salvador se convierta en otra dictadura»: Human Rights Watch rechaza acciones de Bukele contra las pandillas
El organismo internacional afirma que el mandatario salvadoreño «se graduará muy pronto de caudillo» si mantiene en pie su política de combatir a esos grupos con fuerza «letal»
La ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW) ha escrito en su cuenta de Twitter que si el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, mantiene en pie las recientes medidas anunciadas para combatir a las pandillas «se graduará muy pronto de caudillo»
El organismo internacional, que prometió hacer «todo lo posible» para que no haya «otra dictadura en América Latina», hizo referencia directa a un tuit en el que Bukele autorizaba el uso de la fuerza letal «para la defensa propia o para la defensa de la vida de los salvadoreños».
En el mismo tuit, fechado el pasado 26 de abril, el presidente centroamericano pide a la oposición «ponerse de lado de la gente honrada», y a las instituciones «dejar de proteger» a quienes causan muertes entre la población.
Si @nayibbukele continúa por el mismo camino, se graduará muy pronto de caudillo. Tenemos la obligación de hacer todo lo posible por evitar que El Salvador se convierta en otra dictadura latinoamericana. pic.twitter.com/ix76ZmrjpN
— Human Rights Watch (@hrw_espanol) April 28, 2020
El director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, escribió su cuenta de la red social una serie de tuits de rechazo a Bukele, a quien acusa de «darle carta blanca a miembros de la fuerza pública para matar» y de girar «órdenes» que «contradicen los estándares internacionales». «Bukele parece decidido a convertirse en un verdadero autócrata», ha agregado.
Bukele pretende darle carta blanca a miembros de la fuerza pública para matar.
Sus órdenes a la policía y fuerzas armadas contradicen los estándares internacionales.
Bukele parece decidido a convertirse en un verdadero autócrata. https://t.co/mGnsYBK5Rh
— José Miguel Vivanco (@VivancoJM) April 27, 2020
En otros trinos, Vivanco dice que el Gobierno de Bukele, «además de autoritario y polarizante, estigmatiza sistemáticamente a los órganos de control judicial en El Salvador», y aprovecha los días de pandemia «para degradar más la democracia» y «concentrar poder y autorizar violaciones a los derechos humanos».
Sellar celdas y uso de la fuerza
El pasado lunes, Bukele ordenó sellar las celdas de las prisiones para evitar que los internos puedan comunicarse y enviar indicaciones a los otros reclusos, tras el violento fin de semana que el mandatario atribuye a la acción de las principales pandillas del país, la Mara Salvatrucha-13 y las dos facciones de Barrio 18.
El mandatario salvadoreño dijo que seguirán capturando a los cabecillas de las pandillas en las calles y que, en caso de que un pandillero oponga resistencia, «será abatido con fuerza proporcional y posiblemente letal» por la fuerza pública. «Vamos a parar los homicidios. Se los prometo», ha aseverado en su cuenta de Twitter.
De ahora en adelante, todas las celdas de pandilleros en nuestro país, permanecerán selladas.
Ya no se podrá ver hacia afuera de la celda. Esto evitará que puedan comunicarse con señas hacia el pasillo.
Estarán adentros, en lo oscuro, con sus amigos de la otra pandilla. pic.twitter.com/nJFmI3Dxub
— Nayib Bukele (@nayibbukele) April 27, 2020
Esta situación hizo que el presidente centroamericano decretara «emergencia máxima» en las cárceles, lo que significa que los internos no podrán salir de las celdas.
Previamente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también había expresado su preocupación por las medidas anunciadas por el Gobierno salvadoreño, señalando que «ponen en riesgo» los derechos de las personas privadas de su libertad.
#ElSalvador🇸🇻 La #CIDH expresa preocupación por la “emergencia máxima” ordenada el 25 de abril por el Presidente @nayibbukele, en centros penales del país, que pone en riesgo los derechos de #PersonasPrivadasLibertad. #COVIDー19 #CIDH #DDHH 1
— CIDH – IACHR (@CIDH) April 26, 2020
La Administración de Bukele ha tenido como bandera una política de seguridad, basada en el incremento del gasto militar y en el control en las cárceles, lo que ha hecho que, según datos oficiales, disminuyan las cifras de homicidios en uno de los países más violentos del mundo. Sin embargo, desde el sábado hasta el lunes, se han contabilizado 74 personas asesinadas, en medio del confinamiento por la crisis del coronavirus.
Hasta ahora, El Salvador tenía una media de 3,5 homicidios por día, lo que representa el registro más bajo de muertes, en un país que promedió 325 asesinados por mes durante los últimos diez años.