Productor Musical Arrestado por Usar IA para Generar Millones en Regalías Fraudulentas
Michael Smith, un productor musical de 52 años originario de Cornelius, Carolina del Norte, ha sido arrestado y enfrenta cargos graves por supuestamente usar inteligencia artificial para crear una inmensa cantidad de canciones y así defraudar a la industria de la música. Smith, conocido por su modesto catálogo musical, habría generado más de 10 millones de dólares en regalías mediante métodos fraudulentos, según informes de las autoridades neoyorquinas.
El fiscal estadounidense Damian Williams informó que Smith llevó a cabo su esquema entre 2017 y 2023, utilizando tecnología avanzada para engañar a músicos y compositores y desviar regalías que deberían haber sido legítimamente pagadas a los artistas. Las técnicas empleadas por Smith incluían la creación masiva de canciones generadas por IA y la transmisión repetitiva de estas a través de plataformas de streaming.
Las investigaciones revelaron que Smith creó alrededor de 661.000 reproducciones diarias de su música fraudulenta, acumulando regalías anuales por aproximadamente 1,2 millones de dólares. Este fraude se perpetró mediante la generación de miles de cuentas falsas en servicios de streaming para asegurar una constante reproducción de sus composiciones.
Christie M. Curtis, directora de la oficina del FBI en Nueva York, subrayó que Smith manipuló tecnología para obtener ganancias ilícitas y perjudicar el trabajo genuino de artistas legítimos. Smith, quien se asoció con un ejecutivo de una empresa de música basada en IA y un promotor musical, utilizó estas colaboraciones para ampliar su esquema.
A pesar de las advertencias de que podría estar involucrado en fraude, Smith desestimó las acusaciones, insistiendo en que no había irregularidades. En un correo electrónico de febrero, Smith se jactó de haber generado más de cuatro mil millones de transmisiones y 12 millones de dólares en regalías desde 2019.
Smith enfrenta cargos de fraude y conspiración, con una pena potencial de hasta 60 años de prisión. El caso destaca la creciente preocupación por el uso indebido de la tecnología en la industria musical y la necesidad de medidas más estrictas para prevenir el fraude.