Primer barco eléctrico ‘volador’ de pasajeros, listo en 2024
El P-12 de Candela, con espacio para 30 pasajeros, podría revolucionar la manera en que viajamos por el agua. Se integrará en el transporte público de Estocolmo en 2024, acortando un viaje de 55 minutos a tan solo 25.
Muchas ciudades de todo el mundo ven en el transporte público limpio y eficiente una forma crucial de reducir sus emisiones de carbono. Para las ciudades con vías navegables, un transbordador de alta tecnología en Suecia podría pronto establecer un nuevo estándar.
Atravesando a toda velocidad el archipiélago de Estocolmo, el nuevo P-12, el primer barco eléctrico volador de pasajeros, según su fabricante Candela, apenas hace ruido mientras planea a más de un metro sobre el agua. Sus creadores esperan que el transbordador, presentado esta semana, marque el comienzo de una nueva era en el transporte público acuático.
«Es un auténtico salto adelante», afirma Erik Eklund, responsable de la división de buques comerciales de Candela. «El ahorro de energía que conseguimos yendo por el aire en las hidroalas nos da la velocidad y la autonomía que necesitamos para que esto funcione con baterías».
«Revolucionará la forma de viajar por el agua», declaró, por su parte, en un comunicado Gustav Hasselskog, consejero delegado de Candela.
Hidroalas de fibra para «volar»
El buque está diseñado para transportar 30 pasajeros a una velocidad máxima de 30 nudos (56 km/h), bastante más que otros transbordadores eléctricos de pasajeros. Lo consigue con las hidroalas de fibra que elevan el barco fuera del agua, reduciendo la resistencia.
Candela afirma que su tecnología reduce la energía por pasajero-kilómetro en un 95 % en comparación con los buques diésel que actualmente transportan pasajeros por el pintoresco archipiélago de Estocolmo, formado por decenas de miles de islas y escollos que se adentran en el mar Báltico.
Una ventaja añadida es que el buque está exento del límite de velocidad de 12 nudos en Estocolmo, ya que no deja estela, es decir, las olas creadas por el desplazamiento de un barco a través del agua que aumentan con la velocidad y podrían inundar a otros buques o erosionar la costa.
P-12 de Candela empezará a prestar servicio en 2024
El P-12 aún está en fase de pruebas, pero en julio empezará a prestar servicio entre Ekero, un suburbio de Estocolmo, y el centro de la ciudad, como parte de un proyecto piloto de nueve meses. El transbordador reducirá el tiempo de viaje desde Ekero en transporte público convencional de 55 a 25 minutos.
La empresa quiere aprovechar la experiencia adquirida con el lanzamiento de su pequeño hidrodeslizador eléctrico de recreo. A bordo, los ingenieros están afinando los hidrodeslizadores, que se regulan por ordenador 100 veces por segundo para compensar el estado del mar y anular los efectos de las olas. El barco puede navegar con olas de hasta dos metros.
Ampliar el transporte público por agua
Candela espera que, además de Estocolmo, ciudades como San Francisco, Nueva York y Venecia lideren la electrificación del transporte público acuático.
Gustav Hemming, vicepresidente del Consejo Ejecutivo Regional de Estocolmo, afirma que la capital sueca está a bordo. «La ambición de la región de Estocolmo es ampliar el transporte público por agua, porque creemos que es una de las claves para hacerlo más atractivo», afirmó.
En 2022 se produjeron unos 6,2 millones de desplazamientos en barco de transporte público en la región de Estocolmo, y aunque el tráfico en barco sigue siendo una pequeña parte de todo el sistema de transporte público, es el modo de transporte público que más rápido ha crecido después del COVID-19.
«Nuestras carreteras están congestionadas y construir nuevas es muy caro y poco respetuoso con el medio ambiente», afirma Hemming, mirando a las aguas abiertas de Estocolmo en un frío día otoñal. «Pero aquí tenemos nuestra infraestructura tradicional. No hay atascos en el agua».
Hidroalas, un segundo nacimiento
El uso de hidroalas para elevar un buque fuera del agua y reducir la resistencia no es nuevo. Los diseñadores navales llevan más de un siglo experimentando con esta tecnología, pero los costes y los problemas de mantenimiento habían impedido su adopción generalizada.
Sin embargo, los nuevos materiales ligeros de fibra de carbono han hecho resurgir esta tecnología en la vela de élite y, gracias a la eficiencia de los motores eléctricos y al elevado coste de los combustibles tradicionales, está teniendo un segundo nacimiento también en el sector del transporte público.
«Sabemos que las embarcaciones suelen consumir mucha energía, y la limitada densidad energética de las baterías actuales será un obstáculo para la electrificación de la flota marítima», explica Arash Eslamdoost, profesor asociado de hidrodinámica aplicada de la Universidad Tecnológica Chalmers de Gotemburgo.
«Aquí es donde entra en juego las hidroalas como solución radical para aprovechar al máximo la limitada energía eléctrica de a bordo», agrega.
Otros se suman al uso de transbordadores eléctricos
En todo el mundo se están diseñando o desarrollando varios transbordadores eléctricos de pasajeros. En el Reino Unido, Artemis Technologies ha anunciado planes para un transbordador hidroala totalmente eléctrico que operará en Irlanda del Norte entre Belfast y la cercana Bangor, posiblemente ya el año que viene.
Robin Cook, de la Agencia Sueca de Transporte, afirma que el sector marítimo está maduro para el cambio, sobre todo en las conexiones de corta distancia. Pero subraya que las infraestructuras públicas deben estar a la altura de los últimos avances e incluso fomentarlos mediante incentivos.
«Una parte importante de la electrificación es cuando los buques se conectan a los puertos a través del suministro eléctrico en tierra», dijo. «Y aquí los puertos desempeñan un papel muy importante para garantizar que se dispone de la infraestructura necesaria para estas conexiones».