Presos fabricarán ataúdes para víctimas del coronavirus en Ecuador
Madera incautada por el Ministerio de Medio Ambiente ecuatoriano servirá para fabricar cerca de 350 ataúdes que serán repartidos principalmente para las víctimas del coronavirus de menos recursos en Guayaquil
Internos de varios centros penitenciarios de Ecuador fabricarán ataúdes para las víctimas mortales del COVID-19, con madera que el Ministerio de Medio Ambiente se ha incautado en operaciones por todo el país y ha decidido donar para hacer frente a la emergencia.
«Como Gobierno Nacional estamos conscientes del estado emocional de la población, y trabajamos para dar algo de alivio a quienes han perdido algún familiar», dijo el ministro Juan DeHowitt al anunciar este jueves su iniciativa.
En un comunicado, explicó que hoy «tenemos la posibilidad de que la madera incautada sirva para quienes perdieron la batalla contra el COVID-192 por lo que más de 734 metros cúbicos de madera han sido donados a centros penitenciarios donde ya elaboran los ataúdes.
Se trata de talleres que se encuentran en centros penitenciarios por todo Ecuador y que han sido alistados para ayudar a afrontar las consecuencias de la pandemia.
Un preso, cuya identidad no ha sido facilitada y que aparece cubierto con una mascarilla en un vídeo al que ha tenido acceso Efe, explicó la labor que realizan en los centros penitenciarios.
«Estamos nosotros construyendo, como privados de libertad, y aportando en esta desgracia que atraviesa el país y el mundo entero, para las personas más necesitadas como es en el litoral, con unos ataúdes», afirmó el convicto.
En el país andino, la pandemia está castigando sobre todo a la provincia de Guayas y su capital Guayaquil, donde las consecuencias de un toque de queda de 15 horas, sumado al temor al contagio por parte de operarios fúnebres, crearon la semana pasada una crisis humanitaria con cadáveres acumulados en calles, hospitales y domicilios privados.
El Ministerio indicó por ello que los ataúdes se destinarán a las víctimas del COVID-19 con menos recursos y, principalmente, a los de la provincia de Guayas.
La Alcaldía de Guayaquil dispuso la repartición de ataúdes de cartón para poder satisfacer la demanda y no dejar a ningún cadáver sin ataúd.
Se trataba en ese caso de ataúdes de cartón aglomerado capaces de soportar más de 130 kilogramos de peso, y de los que se iban a fabricar hasta 4.000 con al ayuda de una cartonera privada.