Misión espacial israelí fracasa y se estrella contra la Luna
Era el primer intento privado para llegar al gran satélite pero estos factores influyeron en su fracaso y el lamento de su nación
La primera misión a la Luna financiada con fondos privados fracasó este jueves en su intento de llegar en la superficie lunar.
La nave espacial Beresheet, de fabricación israelí, sufrió una aparente falla en su motor principal y otros problemas técnicos y de comunicación cuando estaba cerca de alunizar y su principal objetivo era tomar fotografías y realizar varios experimentos. Hasta ahora solo las agencias gubernamentales de Estados Unidos, de la antigua Unión Soviética y de China han logrado aterrizajes lunares.
La misión israelí tuvo un costo de alrededor de US$100 millones y se considera como pionera para futuras exploraciones lunares de bajo costo.
Beresheet, que en hebreo significa «al principio», fue un proyecto conjunto entre SpaceIL, una organización israelí sin fines de lucro con financiación privada, e Industrias Aeroespaciales de Israel.
Recorrido más largo de la cuenta fue un factor determinante
En términos espaciales, la Luna es un simple salto desde la Tierra, y la mayoría de las misiones tardan unos días en llegar allí. Pero la misión Beresheet, que fue lanzada el 22 de febrero desde Cabo Cañaveral, Florida, tardó semanas en llegar a su destino.
La distancia regular a la Luna es de 380.000 km, pero Beresheet viajó más de 15 veces esa distancia. La causa principal de esto era el costo.
En lugar de que la sonda fuera montada en un solo cohete que lo pusiera en la trayectoria perfecta a la Luna, fue parte de la carga de un cohete SpaceX Falcon 9 junto con un satélite de comunicaciones y un avión experimental.
Compartir el viaje en el espacio redujo significativamente sus costos de lanzamiento, pero implicó que la nave tuviera que tomar una ruta mucho más larga.
Ambicioso proyecto
El primer trabajo de Baresheet era usar sus cámaras de alta resolución para tomar algunas fotos, incluida un selfie, y luego enviarlas a la Tierra.
Luego iba a medir el campo magnético del lugar donde aterrizó, un área conocida como Mare Serenitatis. El módulo de aterrizaje también llevaba un reflector de la NASA para ayudar a los científicos a realizar mediciones precisas de la distancia entre la Tierra y la Luna.
Información: BBC Mundo