Medios salvadoreños revelan que acuerdos entre El Salvador y Costa Rica fueron declarados “secretos”
La reciente revelación de que los acuerdos firmados entre Costa Rica y El Salvador durante la visita del presidente Nayib Bukele a San José en noviembre pasado están clasificados como «secretos» ha desatado críticas y cuestionamientos.
Los convenios, que incluyen cláusulas de confidencialidad sobre resultados y datos generados, están generando polémica, especialmente en El Salvador, mientras pasan desapercibidos en Costa Rica.
Medios salvadoreños, entre ellos La Prensa Gráfica, obtuvieron documentos que confirman que el artículo 6 del principal memorándum de entendimiento establece el carácter confidencial de toda la información relacionada con la ejecución de estos acuerdos. La ministra salvadoreña de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill Tinoco, y su homólogo costarricense, Arnoldo André Tinoco, firmaron los convenios, que abarcan temas como energía, cambio climático y electromovilidad sostenible.
Críticas y tensiones por la transparencia
El carácter reservado de los acuerdos ha generado controversia, especialmente porque Costa Rica es reconocida por su legislación de acceso público a la información. Sectores políticos costarricenses podrían reclamar al gobierno una falta de transparencia al aceptar dichas cláusulas, especialmente cuando la Asamblea Legislativa retome sesiones.
La polémica se suma al rechazo que generó la visita de Bukele desde su anuncio. Diversos sectores costarricenses, incluyendo organizaciones sociales y grupos de derechos humanos, criticaron al mandatario por sus políticas autoritarias y supuestas violaciones a los derechos fundamentales. Durante su estadía, protestas y reclamos marcaron los actos oficiales en San José.
Entre acuerdos y secretos
Entre los documentos firmados destacan un convenio cultural para fomentar el intercambio artístico, un acuerdo turístico para promover proyectos sostenibles como el modelo Surf City de El Salvador, y colaboraciones energéticas en áreas como ciberseguridad y micromovilidad.
Sin embargo, la confidencialidad de los detalles y resultados de estos convenios no se conocía públicamente en Costa Rica hasta su reciente revelación por la prensa salvadoreña. Este carácter reservado deja en el aire preguntas sobre la transparencia y las implicaciones de estos acuerdos para ambos países.
La polémica, lejos de apagarse, podría avivarse cuando los legisladores costarricenses regresen de su receso y analicen los términos de estas colaboraciones. ¿Qué tan lejos puede llegar la confidencialidad en acuerdos entre naciones con visiones distintas sobre la transparencia?
*Con información de Centroamérica 360.