La isla paradisíaca que Jeffrey Epstein convirtió en un infierno tiene nuevo dueño
La isla fue vendida a Epstein en el año 1998 por un valor de 7.95 millones de dólares.
Little Saint James, un cayo de 0.32 kilómetros cuadrados en el Caribe, cercano a Puerto Rico y parte del archipiélago de las Islas Vírgenes estadounidenses, ha experimentado una notable transformación.
Este territorio, antes un paraíso natural, se vio manchado por las actividades delictivas de Jeffrey Epstein, quien estableció una red de prostitución infantil en la isla. Recientemente, documentos desclasificados han implicado al príncipe Andrés en este escándalo, según el testimonio de Virginia Giuffre, una de las víctimas.
Tras el suicidio de Epstein, la isla, que no encontraba comprador, fue finalmente adquirida en mayo de 2023 por el multimillonario Stephen Deckoff, fundador de Black Diamond Capital Management, por un valor significativamente reducido. Deckoff planea transformar la isla en un complejo turístico, esperando así superar su oscuro pasado.
Esta isla, que una vez fue propiedad danesa hasta su compra por Estados Unidos en 1917, se ha desarrollado considerablemente a lo largo de los años. Fue vendida a Epstein en 1998 por 7.95 millones de dólares, y desde entonces, experimentó una metamorfosis considerable con la construcción de lujosas instalaciones.
Epstein acogió a invitados famosos en la isla, incluidos nombres como Stephen Hawking y Naomi Campbell. Sin embargo, la presencia de mujeres jóvenes, muchas de ellas menores de edad, levantó sospechas. Una investigación en 2005 reveló la verdad detrás de esta fachada lujosa, desencadenando eventos que eventualmente llevaron al descubrimiento de las actividades delictivas de Epstein.
Con la muerte de Epstein y la infamia asociada a la isla, su venta fue un desafío. A pesar de reducir significativamente el precio, la inmobiliaria Bespoke tuvo dificultades para encontrar compradores. La venta de las islas representa un cambio significativo, con planes de Deckoff para el desarrollo de un resort de lujo. El New York Times informó que la adquisición de las islas por parte de Deckoff fue realizada a través de SD Investments.
La venta también contribuye a un acuerdo civil de 105 millones de dólares con el gobierno de las Islas Vírgenes, parte de los esfuerzos para compensar a las víctimas de Epstein. Con una fortuna estimada por Forbes en 3200 millones de dólares, Deckoff ahora se concentra en el desarrollo del resort, con la apertura prevista para 2025.