¡Increíble! Lo buscaron por años en Brasil y lo hallaron con vida en Costa Rica
Así fue el largo viaje de un hombre con esquizofrenia que terminó en Costa Rica.
Lo que comenzó como un paseo en bicicleta en las calles de Camaçari, Brasil, se transformó en una odisea internacional que terminó con final feliz —aunque aún con muchas preguntas sin respuesta. Marisvaldo dos Santos Silva, de 32 años, desapareció en junio de 2022 luego de salir de la casa de su hermano para dar una vuelta en bici. Su destino, para sorpresa de todos, terminó siendo Costa Rica, a más de 5.600 kilómetros de distancia.
Durante casi tres años, su madre, Maria dos Santos, no descansó. Recorrió oficinas policiales, apareció en televisión, pidió análisis de ADN, y buscó por todos los medios a su hijo, quien padece de esquizofrenia y se encontraba sin medicación al momento de su desaparición.
La noticia de su localización llegó como un rayo en medio de la tormenta: Marisvaldo fue hallado con vida en territorio costarricense. Aunque aún no se conoce con certeza cómo logró atravesar fronteras, sobrevivir y llegar tan lejos con tan solo una bicicleta, lo cierto es que ahora su familia celebra que está vivo.
“Yo lo busqué por cielo y tierra. Lo único que quería era saber que estaba vivo. Ahora que sé que volverá, mi corazón se llena de alegría”, expresó doña Maria entre lágrimas.
Marisvaldo será deportado a Brasil y se espera que llegue este fin de semana al aeropuerto de Guarulhos, en São Paulo. Su regreso a casa, sin embargo, aún depende de apoyo económico, ya que su familia no cuenta con los recursos para ir a recogerlo y trasladarlo de regreso a Bahía.
No es la primera vez que desaparece. En 2020, durante el inicio de la pandemia, también se ausentó y fue hallado días después en el estado de Espírito Santo. Su condición médica y el abandono del tratamiento podrían explicar los episodios de desorientación y huida.
Este caso pone sobre la mesa una realidad que miles de familias viven en silencio: la lucha diaria de cuidar a un ser querido con enfermedades mentales sin los recursos ni el acompañamiento adecuados. También deja claro que, incluso en medio de la incertidumbre, la esperanza puede recorrer miles de kilómetros.
Ahora, lo que más desea su familia es abrazarlo de nuevo y asegurarse de que, esta vez, Marisvaldo se quede cerca.