Hombre supera adicción a la gaseosa tras consumir cinco litros diarios y revela el impacto en su salud
Tom Bowey, un hombre británico de 42 años, ha compartido su experiencia de superar una adicción a las bebidas gaseosas después de casi una década de consumo extremo. Apodado por sus amigos como «Dr. Pepper Man», Bowey bebía alrededor de cinco litros de refresco al día, un hábito que le costaba aproximadamente 250 libras mensuales. A pesar de este gasto considerable, no fue el dinero lo que lo motivó a reducir su consumo, sino los efectos negativos en su salud.
Daños a la salud por consumo excesivo de gaseosas
Fatiga, insomnio y problemas dentales
A lo largo de los años, Bowey comenzó a notar serios problemas de salud. El exceso de azúcar y ácido en las gaseosas afectó su calidad de vida, causando fatiga matutina, dolores de cabeza recurrentes, insomnio, aumento de peso y problemas dentales graves. En una entrevista con el Daily Mail, Bowey explicó que su dentista le advirtió sobre el avanzado nivel de erosión en sus dientes, comparándolo con el desgaste típico en personas de 70 años.
Bowey compartió que sentía como si “tuviera los dientes de un jubilado” y que su estómago constantemente se encontraba “hinchado”, síntomas que lo hicieron reconsiderar su estilo de vida. Su consumo desmedido, inicialmente limitado a una bebida con el almuerzo, aumentó hasta el punto de que dejó de beber agua y se convirtió en un hábito que él mismo describió como «adictivo».
Apoyo en hipnoterapia para superar su adicción
Para combatir su dependencia a las gaseosas, Bowey optó por la hipnoterapia, una técnica que le permitió reducir significativamente su consumo después de solo una sesión. Gracias a este cambio, Bowey aumentó su ingesta de agua, lo que ha tenido un impacto positivo en su salud general. Con esta decisión, ahora ha podido controlar mejor su peso, mejorar su calidad de sueño y evitar la fatiga al despertar.
Los efectos de las bebidas azucaradas en la salud, según la OMS
Riesgos de la obesidad y enfermedades crónicas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el consumo excesivo de bebidas azucaradas es un factor de riesgo importante para la salud pública. Estas bebidas están compuestas principalmente por calorías vacías y altas cantidades de azúcar, lo que contribuye al aumento de peso y eleva el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Además, el exceso de azúcar en estas bebidas puede llevar a niveles elevados de triglicéridos y colesterol LDL, factores que incrementan el riesgo de enfermedades cardíacas. También se asocian a otras condiciones como el hígado graso no alcohólico y caries dentales, las cuales afectan considerablemente la calidad de vida de los consumidores frecuentes.
Un nuevo estilo de vida: agua y refrescos diluidos
Resultados visibles y beneficios de su cambio de hábito
Gracias a su determinación, Bowey ha cambiado completamente sus hábitos de consumo. Hoy en día, prefiere beber agua y ocasionalmente refrescos diluidos en pequeñas cantidades, una elección que ha transformado su bienestar. “He cambiado a los refrescos cordiales; pongo un poco en mi botella de agua. Ahora bebo mucha agua y me siento mucho mejor”, asegura. Los efectos de esta decisión también son evidentes en su físico, pues ha reducido su talla y ha tenido que cambiar su guardarropa por prendas de menor tamaño.