Hombre fue demandado por violación tras pasarse 15 minutos del horario pactado en contrato íntimo
Denuncia por violación tras incumplir un contrato íntimo: el insólito caso que divide opiniones en Barcelona
Un contrato íntimo que terminó en acusación
Un insólito caso ha captado la atención de los medios en Barcelona, España, donde un hombre llamado José enfrentó una denuncia de su expareja, María, por presunta violación. Según el relato, la mujer argumentó que José incumplió un contrato consensuado en el que se establecía un horario específico para sus encuentros íntimos.
El acuerdo estipulaba que dichos encuentros debían desarrollarse entre las 10:30 p.m. y las 10:55 p.m.. Sin embargo, una noche José prolongó la relación 15 minutos más allá del tiempo establecido, lo que llevó a María a considerar que se había quebrantado su consentimiento. En la denuncia, María argumentó: “El acto continuó más allá del límite autorizado, lo cual considero una violación de mi derecho a la libertad sexual”.
Un caso desestimado por la justicia
El juez encargado del caso rechazó la denuncia, afirmando que no existían bases suficientes para clasificar la situación como una agresión sexual. Sin embargo, la polémica no terminó ahí. José, quien accedió a contar su versión en un programa de televisión, afirmó que el contrato, que inicialmente surgió como una broma, se convirtió en una norma estricta durante la relación.
«Una relación marcada por horarios y alarmas»
José reveló que María había implementado medidas para controlar los encuentros íntimos, incluyendo el uso de alarmas programadas con Alexa, el asistente virtual, que les notificaba el momento de finalizar. A pesar de seguir las reglas del contrato, el hombre confesó que sentía inestabilidad emocional en su pareja, motivo por el cual accedió a estas condiciones.
“Creí que aceptar este contrato traería estabilidad, pero terminó siendo una pesadilla”, comentó José durante la entrevista. El vínculo sentimental concluyó poco después de la denuncia, dejando al hombre enfrentando críticas sociales y complicaciones laborales.
Las secuelas de una acusación pública
La repercusión del caso no solo afectó la vida personal de José, sino también su entorno profesional. Según relató, algunos compañeros de trabajo llegaron a llamarlo «violador», lo que lo obligó a explicar la situación a su jefe. Además, perdió amistades compartidas con María y se convirtió en el blanco de comentarios en redes sociales.
Ahora, José evalúa tomar medidas legales contra María para resarcir el daño moral que asegura haber sufrido. “Lo que viví fue una condena social sin pruebas. Las leyes parecen favorecer más a las mujeres en estos casos, pero yo fui el perjudicado”, afirmó.
Un debate abierto sobre consentimiento y relaciones
Este caso ha suscitado un debate público sobre los límites del consentimiento, el uso de acuerdos formales en relaciones personales y las implicaciones legales de acusaciones que, aunque desestimadas, pueden tener un impacto irreversible en la vida de las personas involucradas.