¿Existió una civilización anterior a la humana en la Tierra? Esto dicen las teorías científicas
Si existió, ¿esa civilización tenía rasgos físicos parecidos a los de los humanos o era de otra especie? Esto dicen las hipótesis que han dejado a los científicos cuestionándose la historia del planeta.
La creencia arraigada de que los seres humanos han sido la única civilización avanzada en la Tierra ha sido desafiada por teorías intrigantes que exploran la posibilidad de civilizaciones anteriores a la nuestra. Aunque la falta de pruebas tangibles dificulta la verificación de estas hipótesis, científicos destacados como Avi Loeb, catedrático de la Universidad de Harvard en física teórica, y otros expertos, han planteado la intrigante idea de que no estamos solos en el legado de la inteligencia en nuestro planeta.
Avi Loeb y la teoría de una civilización pasada
Una de las teorías más controvertidas sobre la existencia de civilizaciones prehumanas es la propuesta por Avi Loeb, catedrático de física teórica en la Universidad de Harvard. En un artículo publicado en 2022, Loeb sostiene que la Tierra pudo haber albergado una civilización avanzada hace unos 250 millones de años, durante el período Pérmico.
Loeb basa su hipótesis en el descubrimiento de un objeto extraterrestre conocido como Oumuamua, que fue observado por primera vez en 2017. Loeb cree que Oumuamua podría ser una nave alienígena enviada por una civilización extraterrestre que visitó la Tierra en el pasado.
Si bien la hipótesis de Loeb es especulativa, ha despertado un gran interés en la comunidad científica. Su trabajo ha inspirado a otros investigadores a explorar la posibilidad de civilizaciones prehumanas, y ha contribuido a aumentar la conciencia pública sobre este tema.
La perspectiva astrobiológica
Otra perspectiva interesante sobre la existencia de civilizaciones prehumanas proviene de la astrobiología. Esta disciplina científica estudia la vida en el universo, y sus investigadores se dedican a buscar signos de vida extraterrestre.
Gavan Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, y Adam Frank, profesor de astrofísica en la Universidad de Rochester, han explorado la posibilidad de que los humanos no sean la única civilización en la Tierra. En un artículo publicado en 2018, Schmidt y Frank examinaron cómo la industrialización impactaría el clima y el entorno en una civilización anterior.
Los autores argumentan que la construcción de una civilización implica la extracción de energía del planeta, generando un impacto inmediato en el sistema ecológico. A pesar de la limitada tecnología, las civilizaciones antiguas, a través de la agricultura y la ganadería, desempeñaron un papel crucial en su desarrollo.
Schmidt y Frank sugieren que la actividad humana podría haber dejado huellas en el registro geológico, pero que el tiempo ha borrado cualquier prueba visible de civilizaciones anteriores. Sin embargo, los autores creen que es posible encontrar evidencia indirecta de la existencia de estas civilizaciones, por ejemplo, a través de estudios de los isótopos de carbono y oxígeno en los sedimentos.
La pregunta de si existió una civilización previa a la humana en la Tierra sigue sin respuesta definitiva. Aunque las teorías de Loeb, Schmidt y Frank abren la puerta a la posibilidad de una historia más compleja de la vida en nuestro planeta, la falta de pruebas concretas invita a la reflexión y al debate científico continuo. La exploración de estas ideas despierta nuestra curiosidad sobre los misterios aún no revelados de la historia de la Tierra.
¿Qué dicen las pruebas?
La falta de pruebas tangibles es el principal obstáculo a la hora de verificar la existencia de civilizaciones prehumanas. El registro geológico no proporciona evidencia directa de civilizaciones industriales anteriores a la nuestra. La ausencia de ciudades o fábricas en el registro más allá del periodo Cuaternario, que se remonta a aproximadamente 2.6 millones de años, plantea un enigma.
Sin embargo, algunos investigadores creen que es posible que las pruebas de civilizaciones prehumanas hayan sido enterradas o destruidas por los procesos naturales. Por ejemplo, las ciudades antiguas podrían haber sido sepultadas por la erosión o los terremotos, y las fábricas podrían haber sido desmanteladas por los propios habitantes de la civilización.