Este fenómeno lunar iluminará el cielo tico: cuándo y cómo verlo en su máximo esplendor
Costa Rica se prepara para una noche mágica: llega la Luna Rosa y será visible desde todo el país.
Este fin de semana, los cielos costarricenses ofrecerán un espectáculo natural que no querrás perderte. Se trata de la famosa “Luna Rosa”, una luna llena que, aunque no cambia realmente de color, promete ser un deleite visual por su brillo y plenitud. La cita es este domingo 13 de abril, cuando el satélite natural de la Tierra se mostrará en todo su esplendor desde cualquier punto del territorio nacional.
A pesar de lo que su nombre sugiere, la Luna no se tornará rosa. El término proviene de tradiciones ancestrales del hemisferio norte, particularmente de los pueblos indígenas algonquinos, quienes nombraban las lunas llenas según los cambios de la naturaleza. En esta época del año, florece una planta silvestre conocida como “moss pink” o flox musgoso, de tonos rosados, lo que inspiró el apodo.
¿Cómo aprovechar este evento desde Costa Rica?
No necesitás telescopios ni equipos especiales para disfrutar de la Luna Rosa. Con solo mirar hacia el cielo en una zona con poca contaminación lumínica —como las afueras de la ciudad, la playa o algún mirador— tendrás una vista privilegiada. Si contás con binoculares o una cámara con buen zoom, mucho mejor: vas a poder notar los relieves y detalles de la superficie lunar con mayor claridad.
Una excusa perfecta para compartir bajo las estrellas
La Luna Rosa es más que un fenómeno astronómico; es una oportunidad para desconectarse del bullicio diario y reconectar con lo simple. ¿Qué tal si preparás una manta, unos bocadillos caseros y algo calientito para tomar? Podés organizar una pequeña salida nocturna con tu familia, tu pareja o amigos, y dejarte sorprender por la belleza del cielo costarricense.
Así que ya sabés: este domingo 13 de abril, no te quedés en casa. Mirá al cielo, abrí bien los ojos y disfrutá del brillo especial que la Luna tendrá esa noche. Porque aunque no sea rosa de verdad, sí es un regalo natural que vale la pena apreciar.