El papa Francisco, recuperando su salud, lamenta que se haya roto la tregua entre Israel y Hamás
Por la inflamación pulmonar que sufre, el pontífice rezó el ángelus en su residencia de Casa Santa Marta por segunda semana consecutiva. El papa Francisco no pudo terminar de leer la oración y uno de sus colaboradores se encargó de hacerlo, mientras el santo padre se quedó sentado junto a él durante el rezo.
El papa Francisco instó a que Israel y el grupo islamista Hamás alcancen una nueva tregua «lo antes posible», al tiempo que pidió «a todos los implicados» en el conflicto que busquen «vías valientes de paz» sin recurrir al uso de las armas.
El pontífice, que rezó por segundo domingo consecutivo el Ángelus en su residencia de Casa Santa Marta por la inflamación pulmonar que padece, aún no pudo leer la oración completa, de lo que se encargó uno de sus colaboradores, junto al cual permaneció sentado durante el rezo.
«En Israel y Palestina la situación es grave. Duele que la tregua se haya roto, eso significa muerte, destrucción y miseria», dijo el papa Francisco al final del ángelus, según el texto que leyó uno de sus colaboradores, ya que la inflamación pulmonar que padece obligó al papa a rezar, por segundo domingo consecutivo, en su residencia de Casa Santa Marta.
Francisco se refirió tanto a los rehenes israelíes en manos de Hamás como a la población de Gaza que sufre los ataques de Israel.
«Muchos rehenes han sido liberados, pero muchos siguen todavía en Gaza. Pensemos en ellos y en sus familias, que habían visto una luz, una esperanza de abrazar a sus seres queridos», expresó, antes de afirmar también que «en Gaza hay tanta sufrimiento, faltan bienes de primera necesidad».
«Espero que todos los que están implicados puedan alcanzar lo antes posible un nuevo acuerdo para el cese del fuego y encontrar soluciones diferentes respecto a las armas, intentado recorrer vías valientes de paz», concluyó.
Miles de fieles siguieron por televisión las palabras del papa Francisco en las pantallas colocadas en la plaza de San Pedro, lugar habitual del rezo del ángelus por parte del sumo pontífice.