Ecuador: graban en video el momento en el que un manifestante recibe un balazo en la cabeza
Situación en Ecuador está fuera de control.
Un video grabado el sábado durante una protesta antigubernamental en Quito, la capital de Ecuador, muestra el momento en el que un manifestante recibe el impacto de un proyectil en la cabeza.
En la grabación se ve a un grupo de manifestantes que se resguardaba de la policía detrás de una barrera de ladrillos y de escudos hechos de cartón, cuando se escucha una fuerte detonación y acto seguido uno de los civiles cae ante la desesperación de sus demás compañeros, que piden a gritos la presencia de paramédicos.
‘’Lo mataron, lo mataron’’, se escucha decir a los manifestantes, mientras en el video se ve una herida en la cabeza de la víctima. No se ha informado si el disparo fue munición real, bala de goma o bomba lacrimógena. Tampoco se sabe sobre el estado del joven.
ATENCIÓN, EL VIDEO PUEDE HERIR SU SENSIBILIDAD:
La nueva jornada de rechazo contra las medidas pactadas con el FMI degeneró rápidamente.
En los alrededores de la Asamblea Nacional, indígenas levantaron barricadas con troncos y escudos de madera y se enfrentaron a piedra y pirotecnia con la policía, que respondió con una lluvia de gas lacrimógeno.
Grupos de encapuchados asaltaron la sede de la Contraloría, que quedó envuelta en llamas.
El presidente Lenín Moreno impuso el toque de queda y ordenó militarizar esta ciudad de 2,7 millones de habitantes. La drástica medida, que prohíbe la circulación en Quito y sus alrededores, comenzó a regir a partir de las 15H00 locales (20H00 GMT). Ninguna autoridad informó sobre su vigencia.
‘’He dispuesto al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, inmediatamente, tomar las medidas y operaciones que sean necesarias’’, señaló el mandatario en un breve mensaje a la nación.
Antes de caer la noche las fuerzas de seguridad aún bregaban para imponer el orden en algunos puntos de la ciudad donde grupos de personas desafiaron el toque de queda.
El caos se expandió en el mismo día en el que el movimiento indígena aceptó sentarse a dialogar con el gobierno, en busca de una salida a la severa crisis que estalló hace 11 días.
Moreno sigue la situación desde el puerto de Guayaquil, adonde trasladó la sede de gobierno después de decretar el estado excepción nacional el 3 de octubre y movilizar a las Fuerzas Armadas, en un intento por contener el descontento social.
Desde entonces han muerto seis civiles y se registran unos 2.100 heridos y detenidos, según la Defensoría del Pueblo.
Las protestas también mantienen interrumpido el transporte de petróleo -la mayor fuente de divisas- por el principal ducto del país a causa de la ocupación de pozos en la Amazonía.
La violencia sumió en el caos a Quito este sábado. Manifestantes prendieron fuego a un edificio público y asaltaron medios de prensa, lo que llevó al gobierno a imponer el toque de queda en la capital en el marco de una protesta indígena contra ajustes económicos.
La nueva jornada de rechazo contra las medidas pactadas con el FMI degeneró rápidamente.
En los alrededores de la Asamblea Nacional, indígenas levantaron barricadas con troncos y escudos de madera y se enfrentaron a piedra y pirotecnia con la policía, que respondió con una lluvia de gas lacrimógeno.
Grupos de encapuchados asaltaron la sede de la Contraloría, que quedó envuelta en llamas.
El presidente Lenín Moreno impuso el toque de queda y ordenó militarizar esta ciudad de 2,7 millones de habitantes. La drástica medida, que prohíbe la circulación en Quito y sus alrededores, comenzó a regir a partir de las 15H00 locales (20H00 GMT). Ninguna autoridad informó sobre su vigencia.
“He dispuesto al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, inmediatamente, tomar las medidas y operaciones que sean necesarias”, señaló el mandatario en un breve mensaje a la nación.
Antes de caer la noche las fuerzas de seguridad aún bregaban para imponer el orden en algunos puntos de la ciudad donde grupos de personas desafiaron el toque de queda.
El caos se expandió en el mismo día en el que el movimiento indígena aceptó sentarse a dialogar con el gobierno, en busca de una salida a la severa crisis que estalló hace 11 días.
Moreno sigue la situación desde el puerto de Guayaquil, adonde trasladó la sede de gobierno después de decretar el estado excepción nacional el 3 de octubre y movilizar a las Fuerzas Armadas, en un intento por contener el descontento social.
Desde entonces han muerto seis civiles y se registran unos 2.100 heridos y detenidos, según la Defensoría del Pueblo.
Las protestas también mantienen interrumpido el transporte de petróleo -la mayor fuente de divisas- por el principal ducto del país a causa de la ocupación de pozos en la Amazonía.