Detuvieron a una maestra que fue grabada mientras golpeaba a una bebé en una guardería
Además, otras tres docentes son investigadas porque presenciaron la situación y no hicieron nada para detener la agresión.
Lo que parecía ser una rutina normal en una guardería en Torrejón de Ardoz, Madrid, terminó en una grave denuncia penal y un caso que ha encendido las redes sociales en cuestión de horas.
Un estremecedor video grabado por una estudiante en práctica reveló el trato violento que una bebé de pocos meses sufrió a manos de una de las cuidadoras del centro. Pero lo que más ha causado indignación no es solo el acto de violencia, sino que otras tres maestras estuvieron presentes… y no movieron un dedo.
El registro audiovisual muestra a la docente perdiendo el control porque la niña no quería comer. “¡No me escupas la comida!”, se le escucha gritar, mientras la toma con fuerza, le golpea la cabeza contra la pared y le obliga a comer a la fuerza, ignorando por completo los riesgos de asfixia. Todo esto ocurrió frente a otros niños y al personal del lugar, que presenció el abuso sin intervenir.
La grabación fue realizada en secreto por una practicante que, alarmada por lo que veía, decidió denunciar el hecho. Gracias a su valentía, las autoridades actuaron con rapidez y detuvieron a las cuatro trabajadoras implicadas.
La Policía informó que dos de las involucradas enfrentan cargos por delitos contra la integridad moral, mientras que las otras dos fueron imputadas por omisión de deber de socorro. No obstante, los cargos podrían variar conforme avancen las investigaciones y se recaben más pruebas.
Pese a la gravedad del caso, un juez ordenó la liberación de las imputadas pocas horas después, aunque impuso medidas cautelares estrictas: tienen prohibido trabajar con menores y deberán presentarse a firmar en el juzgado mensualmente.
Este episodio ha generado una ola de reacciones tanto en España como en el extranjero. Organizaciones defensoras de los derechos de la niñez exigen sanciones más duras y una revisión profunda de los protocolos de selección y supervisión en centros infantiles. El caso, además, reabre un debate urgente: ¿están realmente protegidos los niños en estos espacios que, se supone, deberían ser seguros?
Por ahora, las autoridades continúan con las diligencias y no se descarta que otras personas vinculadas al centro educativo puedan ser citadas o investigadas. La presión social aumenta, al igual que el reclamo de justicia por una bebé que solo necesitaba cuidados y comprensión.