Corea del Norte ultima preparativos para lanzar un cohete espacial, denunció Seúl
El Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur advirtió que el objetivo del régimen de Kim Jong-un es poner en órbita un satélite espía.
El Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) surcoreano estimó que Corea del Norte se encuentra en la fase de preparativos final para lanzar un cohete espacial con el que poner un satélite espía en órbita, según indicaron hoy sus representantes en el Comité Parlamentario de Inteligencia.
«Teniendo en cuenta que el lanzamiento anunciado para octubre se ha retrasado, se cree que los preparativos finales, incluyendo la inspección de los motores y del resto de sistemas de lanzamiento, están en sus últimas fases», indicó en una rueda de prensa el parlamentario del conservador Partido del Poder Popular (PPP) y miembro del comité, Yoo Sang-bum.
Después de que Corea del Norte lanzara en agosto sin éxito -por segunda vez este año- un cohete espacial Chollima-1 con un satélite espía a bordo, el régimen afirmó que volvería a intentarlo en octubre.
Sin embargo, el lanzamiento no se ha producido en las fechas indicadas y el régimen, que no ha dado razones para explicar el retraso, tampoco ha notificado por el momento a la Organización Marítima Internacional (OMI) las fechas de una ventana de lanzamiento.
¿Con asistencia técnica de Rusia?
Representantes del NIS contaron también hoy a los miembros del comité que Corea del Norte parece haber recibido asistencia técnica de Rusia para este nuevo lanzamiento, y que por ello las posibilidades de éxito podrían ser mayores esta vez, explicó Yoo.
La cooperación en materia de tecnología para poner satélites en órbita fue uno de los temas que trataron el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente ruso, Vladimir Putin, en la cumbre que celebraron en septiembre en el cosmódromo ruso de Vostochni, aunque los detalles concretos no se han hecho públicos.
Medios estadounidenses aseguraron entonces que Kim habría acordado apoyar la guerra de Moscú en Ucrania con millones de misiles antitanque y munición para artillería a cambio de ayuda alimentaria y tecnología de uso militar, incluyendo en el terreno aeroespacial.
Washington y Seúl, que consideran que el lanzamiento de estos cohetes espaciales son ensayos encubiertos de misiles balísticos de largo alcance (ICBM) que la ONU prohíbe a Corea del Norte, también han denunciado que las transferencias entre Pyongyang y Moscú vulneran a su vez las sanciones internacionales.