Convierten en ley el suicidio asistido en Nueva Jersey
Aplicará a residentes con un diagnóstico «incurable, irreversible y médicamente confirmado»
Aplicará a residentes con un diagnóstico «incurable, irreversible y médicamente confirmado»
Los residentes de Nueva Jersey con una expectativa de menos de seis meses de vida debido a una enfermedad terminal podrán solicitar a su médico el medicamento para morir si así lo desean, a partir del 1 de agosto.
El gobernador del estado, el demócrata Phil Murphy, firmó ayer el proyecto del suicidio asistido, que así se convirtió en ley tras haber sido aprobado el pasado mes por el Parlamento estatal, también dominado por su partido.
La ley aplicará a residentes con un diagnóstico de enfermedad terminal, definido como “incurable, irreversible y médicamente confirmado” y que acabará con su vida en los próximos seis meses.
El texto especifica que una discapacidad no es una enfermedad terminal.
Nueva Jersey se suma a las regiones Oregón (1994), Washington (2008), Montana (2009), Vermont (2013), California (2015), Colorado (2016), Washington DC (2017) y Hawaii (2018) ), que ya habían tomado ese paso.
Cerca de 70 millones de personas viven en estas jurisdicciones, lo que representa el 21% de la población nacional, de acuerdo con la oficina del gobernador.
El camino en Nueva Jersey tomó siete años, desde que la propuesta fue presentada por primera vez en 2012 para consideración del Senado y la Asamblea del estado.
“Con la firma de este proyecto, estamos proveyendo a los pacientes de enfermedades terminales y a sus familias con la humanidad, dignidad y respeto que merecen en el momento más difícil que cualquiera de nosotras enfrentará”.
Dijo el gobernador.
Murphy estuvo acompañado por favorecedores de la ley así como por el asambleísta demócrata John Burzichelli, autor del proyecto, a quien felicitó por su valentía al enfrentar este tema.
Una encuesta de la Universidad de Rutgers de Nueva Jersey, del pasado febrero, antes de que el proyecto fuera aprobado por el Parlamento, mostró que la mayoría de los votantes del estado (63%) apoyaba la iniciaba, incluyendo protestantes (73%) y católicos (64%).