Canadá define su rumbo político bajo presión de Trump
Canadá define su futuro político en medio de tensiones con Estados Unidos
Elecciones marcadas por la presión internacional
Este lunes, Canadá acudirá a las urnas para elegir a su próximo primer ministro en un clima político inusual, donde la influencia del presidente estadounidense Donald Trump ha pesado notablemente en la campaña electoral.
El exbanquero central Mark Carney, actual líder del Partido Liberal, se posiciona como el favorito para asumir el cargo, prometiendo defender al país frente a la agresiva política comercial de Washington.
El ascenso de Mark Carney tras la salida de Trudeau
La historia dio un giro inesperado en enero, cuando Justin Trudeau renunció al liderazgo liberal en medio de cifras de popularidad en declive. En ese momento, los conservadores, encabezados por Pierre Poilievre, lideraban cómodamente las encuestas.
No obstante, la llegada de Carney revitalizó la propuesta liberal. Con una sólida trayectoria al frente de los bancos centrales de Canadá y Reino Unido, Carney basó su campaña en su capacidad para gestionar crisis económicas y enfrentar la amenaza arancelaria de Trump.
“Este es un momento para la experiencia, no para la experimentación”, declaró Carney durante uno de sus últimos discursos públicos.
Conservadores en dificultades y el efecto Trump
Pierre Poilievre, con dos décadas en el Parlamento y un estilo confrontativo, intentó enfocar su campaña en temas internos como el alto costo de vida, problemas que habían mermado el respaldo liberal durante la era Trudeau.
Sin embargo, la sombra de Trump y la narrativa de una posible integración forzada de Canadá a Estados Unidos afectaron su estrategia. A pesar de sus críticas al presidente estadounidense, los votantes percibieron a Poilievre como vulnerable frente al proteccionismo norteamericano.
Encuestas cerradas y alta participación anticipada
Aunque las proyecciones favorecen a los liberales, la diferencia con los conservadores se ha reducido en los últimos días. Según la CBC, Carney mantiene una ventaja de apenas cuatro puntos porcentuales (42% a 38%).
Un dato relevante es la alta participación en el voto adelantado: más de 7,3 millones de ciudadanos emitieron su voto durante el fin de semana de Pascua, cifra récord en la historia electoral canadiense.
La fragmentación del voto entre el Nuevo Partido Democrático y los separatistas de Quebec podría ser determinante en provincias clave como Quebec y Ontario, favoreciendo una mayoría liberal.