Así es Little St. James, la isla donde Epstein dirigía red de tráfico sexual: ¿dónde queda y cómo llegar?
Esta isla fue comprada por US$8 millones por el magnate en 1998 y solo podía ser visitada en avión privado o helicóptero. Su misteriosa arquitectura lo hacía ver como un castillo. ¿Cómo era y dónde queda la isla?
El lugar del modus operandi de Jeffrey Epstein. Little St. James fue la isla privada del fallecido magnate, cuyo caso está causando polémica actualmente tras desclasificarse la primera parte del documento que menciona a los involucrados en el caso de tráfico sexual de menores. Conocida como “la isla de la pedofilia” o “isla de las orgías”, fue el lugar elegido por Epstein para cometer sus delitos
Little St. James forma parte de las Islas Vírgenes de Estados Unidos, a 150 kilómetros de Puerto Rico, con alrededor de 300 hectáreas y 0,32 kilómetros cuadrados de superficie. Esta isla fue comprada por Epstein en 1998, a US$8 millones por todo el terreno. El magnate, su amante Ghislaine Maxwell y sus invitados volaban en el avión privado Lolita Express hasta St. Thomas y luego viajaban en barco o helicóptero a Little St. James.
Un templo en medio de la isla privada
En la isla privada de Jeffrey Epstein se encontraba un gran edificio diseñado por el destacado arquitecto Edward Tuttle. No obstante, lo que más llamaba la atención a los visitantes era un pequeño templo azul con blanco y dorado. Nunca se supo el verdadero motivo de su construcción, pero se piensa que se debía a que Epstein era judío.
Desde una vista aérea, se apreciaba la mansión principal, las cabañas y una serie de edificios de la isla. «(El edificio) tiene el estilo de lo que podrías ver en un castillo, con lo que parece ser una barra para bloquear la puerta principal», dijo el ingeniero James Booth a Insider, según El Clarín.
¿Por qué el nombre “la isla de la orgía”?
Virginia Roberts Giuffre, una de las víctimas que denunció a Jeffrey Epstein, describió a Little St. James: «Realmente era la isla de la orgía, porque eso es lo que sucedió allí. Eso es lo que esa isla significaba para mí», relató a la BBC.
Epstein contaba con varios trabajadores en la isla, quienes debían firmar contratos de confidencialidad, con el fin de guardar silencio y no divulgar lo ocurrido dentro. Asimismo, ellos tenían que permanecer lejos de la villa.
Denise N. George, otra de las víctimas del magnate, confesó que Epstein llevaba niñas de 11 y 12 años a la isla privada. Además, tenía una base de datos para monitorear a cada mujer y adolescente.
Esta isla finalmente fue vendida en mayo de 2023 por US$60 millones. Allí planean construir un resort de lujo.