Amigos mueren tras chocar a más de 170 kilómetros por hora: Vivieron una alocada última noche
El vehículo se desplazó por 76 metros en el aire y aterrizó, destrozándose en medio de un campo, en donde se incendió.
Cuatro amigos se preparaban para asistir a una noche de boxeo, pero terminaron protagonizando un fatal accidente de tránsito en Inglaterra. Después de consumir alcohol en un bar, fallecieron tras manejar a más de 170 kilómetros por hora e impactar contra una rotonda.
El vehículo se desplazó por 76 metros en el aire y aterrizó destrozándose en medio de un campo, en donde se incendió con los cuatro pasajeros en su interior, resultando todos con múltiples lesiones fatales y quemaduras.
El accidente ocurrió en octubre de 2021, pero recién ahora se están conociendo mayores antecedentes de la mortal noche de juerga que vivieron las víctimas.
La alocada última noche de los fallecidos
El grupo estaba conformado por Zahir Baig, Sahir Iqbal, Mohammed Uddin y Jason McGovern, cuyas edades iban desde los 39 hasta los 46 años.
Un familiar de las víctimas declaró que se habían reunido para asistir a la pelea de boxeo por el Campeonato Mundial de Peso Pesado entre Tyson Fury y Deontay Wilder, la que ocurrió el 10 de octubre del año pasado. Antes de llegar al recinto, decidieron pasar a un local nocturno, en donde no pasaron desapercibidos.
En la medianoche, llegaron hasta el club «Pink Punters», lugar en que Baig «estaba haciendo payasadas y jugando con Iqbal, cuando accidentalmente abofeteó a otra persona y se les pidió que se fueran», contaron los investigadores.
Mientras eran desalojados del local, a eso de las 03:32 horas de la madrugada, Baig se involucró en otra pelea, ahora con el guardia de seguridad. El cuarteto fue desalojado, algunos inestables tras el consumo de alcohol.
Conduciendo en estado de ebriedad
A pesar de sus malas condiciones de lucidez, Zahir Baig asumió la conducción del vehículo. Las cámaras de seguridad revelaron lo inevitable: un manejo errático del manubrio, provocando un choque contra la acera y alcanzando una velocidad superior a la permitida.
El grupo siguió su rumbo, pero el chofer pisó el acelerador hasta lograr una velocidad de 172 kilómetros por hora. Fue así como chocaron contra una rotonda y «volaron» por los aires, aterrizando 76 metros más allá del lugar del choque. Antes de incendiarse, el vehículo quedó destrozado.
Los investigadores plantean la tesis de que el conductor «estaba incapacitado debido al alcohol, la fatiga o la distracción», y que es probable que los otros tres amigos «causaran la colisión». Asimismo, creen que el cuarteto murió antes de que el auto se incendiara en la mitad del campo.
Cuando llegó la policía al lugar del accidente, se tomó la alcoholemia al cadáver de Baig y se constató que manejaba en estado de ebriedad.
El asistente forense, Sean Cummings, informó que «el señor Baig estaba intoxicado, por encima del límite legal, y conducía a exceso de velocidad. Hizo un intento, chocó con la rotonda, el vehículo despegó y aterrizó sobre su techo».
La tristeza de las familias
La familia de Zahir Baig se mostró destrozada una vez que se enteró de la noticia: «Estamos absolutamente devastados por haber perdido el corazón y el alma de la familia. Él era el jefe de nuestro hogar, era nuestra sombra y protector. Fue el mejor padre, hermano, hijo y tío; alguien que haría cualquier cosa por nosotros».
Los cercanos a Sahir Iqbal también dedicaron palabras a su muerte: «Era la fuerza de nuestra familia, nunca olvidaremos las innumerables veces que corrió a nuestro rescate, sin importar dónde o qué estaba haciendo. Su sonrisa será recordada por todos».
El entorno de Mohammed Uddin no se quedó atrás: «Un hombre leal que siempre protegió a su familia y amigos. Un padre devoto de cuatro hermosos hijos y muy querido por todos».
Por último, los familiares de Jason McGovern dijeron que «‘Jay’ será realmente extrañado, especialmente por su esposa, su hijastra y su nieta».