Una niña de dos años y su padre murieron ahogados en su intento por cumplir ‘’el sueño americano’’
La terrible imagen muestra la cruda realidad de los inmigrantes que buscan llegar a EE.UU.
Un padre y su hija de menos de dos años perdieron la vida al intentar cruzar el río Bravo cerca de la ciudad mexicana de Matamoros, según informó este lunes la esposa y madre de las víctimas.
La tragedia ocurrió la tarde del domingo en la ciudad de Matamoros, en el nororiental estado mexicano de Tamaulipas, aproximadamente a un kilómetro del puente nuevo internacional.
Tania Vanessa Ávalos -esposa y madre de los fallecidos que logró ser rescatada- dijo a las autoridades que el agua se llevó primero a la nena y luego el papá se tiró a buscarla, pero ambos fueron llevados por la corriente del río y desaparecieron.
Integrantes de la Secretaría de Marina, de la Policía Estatal y personal de Bomberos, iniciaron la búsqueda de los cuerpos de manera inmediata sin obtener resultados positivos.
El matrimonio de migrantes era originario de El Salvador y habían llegado a esta ciudad mexicana para pedir asilo político en los Estados Unidos.
Sin embargo, ante la desesperación por la lentitud en los tramites decidieron junto con otros migrantes cruzar el río Bravo, según señaló la mujer.
Este lunes 24 de junio aproximadamente a las 10.00 hora local los cuerpos sin vida del padre y de la hija fueron localizados por autoridades estatales, militares y personal de Protección Civil en la orilla del río a unos kilómetros del puente internacional de Matamoros que une esta ciudad con Brownsville (Texas).
Asimismo, el Gobierno de Guatemala confirmó este lunes que los cadáveres de tres niños y una mujer hallados en Texas (EE.UU.) cerca de la frontera con México son de nacionalidad guatemalteca. ”El Gobierno de Guatemala informa sobre el lamentable fallecimiento de cuatro guatemaltecos en el exterior”, indicó su Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Agregó que los cuerpos sin vida fueron hallados en las cercanías del Río Bravo y de los Matorrales de Anzalduas, en la ciudad texana de Mission.
Fuente: La Vanguardia