Seis muertos tras fuertes lluvias en el centro de Japón
El hecho ocurrió en una remota zona del centro de Japón, que todavía se recuperaba de un mortífero terremoto a principios de año.
Al menos seis personas han perdido la vida tras las intensas lluvias y deslizamientos de tierra que azotaron una región remota del centro de Japón, la cual aún se recuperaba de un devastador terremoto a principios de año. Los medios locales, como la cadena NHK, informaron que los fallecimientos ocurrieron en la prefectura de Ishikawa, en la costa del mar de Japón.
Un portavoz de los bomberos confirmó la muerte de una persona, mientras que otras cinco permanecen en estado de «parada cardiorrespiratoria», un término utilizado en Japón para describir a quienes se encuentran sin signos vitales, pero cuya muerte aún no ha sido oficialmente certificada por un médico.
La zona afectada ha recibido más de 540 milímetros de lluvia en 72 horas, un récord para la ciudad de Wajima desde que se tiene registro meteorológico. Estas precipitaciones han inundado viviendas temporales construidas para aquellos que perdieron sus hogares en el terremoto del 1 de enero, de magnitud 7,5, que dejó al menos 374 muertos.
Además de las inundaciones, los deslizamientos de tierra han bloqueado numerosas carreteras, dejando varios pueblos aislados y afectando a más de 4.000 hogares, que permanecen sin electricidad, según informó la empresa suministradora. El ejército japonés ha desplegado tropas en la región para apoyar las labores de rescate.
Akemi Yamashita, residente de Wajima, describió los últimos meses en su ciudad como «sacados de una película». A sus 54 años, contó que las recientes lluvias inundaron las calles en cuestión de minutos. «En solo 30 minutos, el agua ya llegaba a la mitad de la altura de mi coche», relató, visiblemente conmovida.
Los científicos advierten que el cambio climático, impulsado por la actividad humana, está aumentando la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias intensas, ya que una atmósfera más cálida puede retener mayores cantidades de agua.