Según primer informe: tripulación de avión que se estrelló en Brasil relató fallo en sistema de deshielo
Casi un mes después del accidente, un informe preliminar presentado este viernes por las autoridades indicó que las comunicaciones grabadas mostraron que los «tripulantes comentaron sobre un fallo en el sistema de DE-ICING», que evita la formación y acumulación de hielo en la aeronave.
Una activista estadounidense de 26 años perdió la vida este viernes tras recibir un disparo en la cabeza durante una manifestación en Cisjordania, cerca del asentamiento de Eviatar. Las autoridades israelíes confirmaron que sus fuerzas dispararon en la zona en respuesta a supuestos actos de violencia durante la protesta. El suceso ha generado fuertes reacciones a nivel internacional y ha vuelto a poner en el foco la situación de tensión en la región.
Un ataque en medio de protestas
La víctima, identificada como Aysenur Ezgi Eygi, de nacionalidad turcoestadounidense, participaba en una protesta pacífica contra la colonización israelí en el pueblo palestino de Beita. Esta localidad, situada cerca del asentamiento de Eviatar, es conocida por ser escenario de manifestaciones semanales que condenan la expansión de las colonias, las cuales son consideradas ilegales por el derecho internacional.
El ejército israelí admitió que sus tropas se encontraban en la zona y que dispararon contra un individuo que, según ellos, lanzaba piedras y representaba una amenaza para los soldados. Sin embargo, la Oficina de la ONU condenó el hecho en un comunicado, resaltando que la activista fue asesinada mientras ejercía su derecho a la protesta pacífica.
Reacciones internacionales
El gobierno de Estados Unidos expresó su preocupación por la muerte de su ciudadana. Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca, señaló que el gobierno estadounidense ha solicitado una investigación exhaustiva a Israel. “Estamos profundamente consternados por este trágico suceso y esperamos que se esclarezcan los hechos lo antes posible”, dijo en una declaración oficial.
Por su parte, Turquía también reaccionó con indignación. El presidente Recep Tayyip Erdogan calificó la intervención de Israel como «salvaje» y exigió que se tomen medidas contra los responsables. Catar, un actor clave en los intentos de mediación en la región, describió la muerte de la activista como un «crimen odioso», en línea con la condena de otros actores internacionales.
Violencia creciente en Cisjordania y Gaza
La situación en Cisjordania se ha deteriorado considerablemente desde que las fuerzas israelíes lanzaron una ofensiva a gran escala en la región en agosto. En otra tragedia reciente, una adolescente palestina fue asesinada por disparos del ejército israelí en su propia casa, según informó el Ministerio de Salud palestino. Su muerte ocurrió durante un operativo militar en Beita, lo que ha generado más tensiones en la zona.
Mientras tanto, en el norte de la Franja de Gaza, la ofensiva militar israelí continúa sin signos de una tregua cercana. Los bombardeos han dejado un saldo devastador, con decenas de miles de muertos desde que comenzó el conflicto. Solo en el campo de refugiados de Jabaliya, cuatro personas fallecieron en un ataque reciente, y otras tantas perdieron la vida en Al Bureij, en el centro del territorio.
Esfuerzos de mediación
Ante la escalada de violencia, Estados Unidos, junto con Catar y Egipto, ha intensificado sus esfuerzos para negociar un cese al fuego entre Israel y Hamás. Aunque el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que el 90% del acuerdo está prácticamente cerrado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha expresado que las negociaciones aún están lejos de llegar a un consenso definitivo. Las demandas de ambas partes, especialmente la insistencia de Hamás en la retirada total de las tropas israelíes, siguen siendo un punto crítico en las conversaciones.
El legado de la lucha por la tierra
La muerte de Eygi ha avivado el debate sobre la ocupación de Cisjordania, donde residen aproximadamente 490,000 colonos israelíes. Los enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas israelíes han dejado una estela de víctimas a lo largo de los años, exacerbando las tensiones en una región que parece estar atrapada en un ciclo perpetuo de violencia.
En este contexto, el asesinato de la joven activista ha resonado en el ámbito internacional, recordando el delicado equilibrio entre las manifestaciones pacíficas y la respuesta militar en una de las zonas más conflictivas del mundo.