«Recibí una llamada muy amable de Kamala Harris»: Donald Trump tras atentado
Kamala Harris reafirmó la necesidad de erradicar la violencia política en Estados Unidos y expresó su confianza en el Servicio Secreto, que enfrenta críticas por manejo de la seguridad de Trump.
El expresidente de Estados Unidos y candidato republicano, Donald Trump, reveló el martes que recibió una «llamada muy amable» de la vicepresidenta Kamala Harris, quien se preocupó por su bienestar tras el segundo intento de asesinato que sufrió el domingo. Trump mencionó esta llamada durante una charla en Míchigan, moderada por la gobernadora republicana de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders. A pesar de que el público abucheó al mencionar a Harris, Trump insistió en que la vicepresidenta fue «muy amable».
Este reconocimiento de Trump contrasta con sus acusaciones previas en las que responsabilizó a Harris y a la «retórica comunista» por el intento de asesinato. Trump sugirió que los países extranjeros insatisfechos con sus políticas arancelarias podrían estar detrás del ataque, declarando: «Solo los presidentes importantes reciben disparos.»
Por su parte, Harris comentó que no hay lugar para la violencia política en Estados Unidos y expresó su confianza en el Servicio Secreto, que ha estado bajo escrutinio debido a los recientes intentos de asesinato contra Trump. En una conversación con la Asociación de Periodistas Afroamericanos, Harris también criticó a los republicanos por difundir mentiras que han aumentado las amenazas contra la comunidad migrante, particularmente los haitianos en Springfield, Ohio.
Durante un evento de campaña en Wisconsin, el candidato republicano para la Vicepresidencia, J.D. Vance, acusó nuevamente a los demócratas de estar detrás del intento de asesinato de Trump y volvió a hacer comentarios negativos sobre los migrantes haitianos. El demócrata Tim Walz respondió en un mitin en Carolina del Norte, acusando a Vance de «inventar historias.»
El domingo, un hombre fue arrestado en las cercanías del campo de golf en West Palm Beach (Florida) donde Trump se encontraba, portando un rifle de asalto y presuntamente planeaba asesinar al expresidente. Este incidente es el segundo intento de magnicidio que Trump ha sufrido en lo que va de campaña, tras un ataque similar en julio en un mitin en Butler (Pensilvania), donde un hombre disparó contra él, hiriéndolo en una oreja.
Los errores en el operativo de seguridad de Trump llevaron a la dimisión de la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, en julio. El presidente Joe Biden llamó a Trump el lunes para interesarse por su estado y enfatizó la necesidad de mayores fondos del Congreso para el Servicio Secreto, con el fin de mejorar su capacidad de protección.