Putin pone en alerta a su fuerza nuclear en respuesta a sanciones
“Solo busca justificar su agresiones”, responde la Casa Blanca, mientras Europa cierra en bloque su espacio aéreo a las líneas rusas; Kiev y Moscú pactan inicio de diálogo en territorio bielorruso.
Las sanciones contra Rusia han hecho que algunas luces se enciendan en la sala de control de sus ojivas nucleares. Vladímir Putin clamó ayer que las represalias occidentales son “ilegítimas” y por eso ordenó poner “en estado de alerta” las fuerzas de disuasión de Rusia, que incluyen su arsenal atómico. Escasas horas antes, la Unión Europea había reaccionado con firmeza con la entrega de armas a Ucrania.
El líder ruso se reunió ayer por la tarde con el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, y el jefe del Estado Mayor, general Valery Gerasimov. Putin fue contundente: “los países occidentales no solo toman medidas económicas hostiles contra nuestro país, sino que los líderes de los principales países de la OTAN hacen declaraciones agresivas sobre nosotros.
Así que ordeno trasladar las fuerzas de disuasión de Rusia al modo de alerta máxima”. No tardó en llegar la respuesta desde Washington. “Este es un patrón del presidente Putin que hemos visto a lo largo de este conflicto: fabricar amenazas que no existen para justificar más agresiones”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a la cadena estadunidense ABC.
“Es una retórica peligrosa. Es un comportamiento irresponsable”, declaró Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, a la CNN. Rusia dispone de 6 mil 255 cabezas nucleares, de acuerdo con el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (Sipri); por su parte, Estados Unidos cuenta con 5 mil 550 mientras que Francia 290 y Reino Unido, 225.
En 2018 Putin presentó el misil hipersónico Avangard que, de acuerdo al Kremlin, puede superar en 20 veces la velocidad del sonido, lo que le permite llegar a territorio estadunidense en solo 15 minutos.
Menos de cuatro días después de su inicio, la invasión ha desencadenado una respuesta política, estratégica, económica y empresarial de Occidente sin precedentes por su alcance y coordinación. “Con esta guerra contra Ucrania el mundo no volverá a ser el mismo”, escribió el jefe de la política exterior de la UE, Josef Borrell, en un artículo de opinión publicado ayer en el periódico británico The Guardian. La Unión Europea (UE) de 27 países decidió ayer, por primera vez en su historia, suministrar armas a un país en guerra con un valor a 450 millones de euros (507 millones de dólares) en armamento a Ucrania. Borrell, en una conferencia de prensa, dijo que el apoyo de la UE incluirá el suministro de aviones de combate a Ucrania. En tanto, el rublo ruso se desplomó casi 30 por ciento hasta un nuevo mínimo histórico frente al dólar el lunes en las primeras operaciones en los países asiáticos, después de que las naciones occidentales desvelaran el sábado duras sanciones que incluían el bloqueo de algunos bancos del sistema de pagos internacionales Swift. También tomaron medidas para impedir que el banco central ruso pueda respaldar el rublo, al limitar su acceso a los mercados internacionales de capitales.
Por su parte, la UE cerró su espacio aéreo a los aviones rusos, al igual que Canadá, lo que obligó a la aerolínea Aeroflot a cancelar los vuelos a Europa. Desde el jueves, algunos de sus países miembros tomaron la medida pero ayer se concretó como bloque.
Durante el día se materializó un anuncio relevante: las delegaciones de Rusia y Ucrania se reunirán “a primer hora del lunes” en la ciudad bielorrusa de Gómel para negociar.
Kiev informó que lo hará sin condiciones en el puesto de control Aleksandrovka-Vilcha, en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, y que Minsk responderá por la seguridad de la delegación ucraniana. “No creo en el resultado de esta reunión, pero que lo intenten, para que luego ningún ciudadano de Ucrania tenga dudas de que yo, como presidente, traté de detener la guerra”, dijo el presidente Volodímir Zelenski.
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, se ha ofrecido para mediar en el fin de las hostilidades en Ucrania durante una conversación telefónica con el presidente ruso. El gobierno de Ucrania demandó a Rusia ante el máximo tribunal de las Naciones Unidas, acusando a Moscú de planear cometer un genocidio y pidiéndole a la corte que intervenga para detener la invasión y le ordene al Kremlin que pague indemnizaciones, señaló ayer la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Países Bajos.