¿Por qué los huracanes tienen nombres como Milton y Helene? Curiosa explicación
El huracán Milton ya alcanzó categoría 5 en el Golfo de México, razón por la que el presidente Joe Biden declaró emergencia en Florida, Estados Unidos.
La práctica de nombrar huracanes con nombres de personas tiene una historia fascinante y práctica, que ha evolucionado a lo largo del tiempo para mejorar la comunicación y la conciencia sobre estos fenómenos naturales.
Orígenes de la nomenclatura
Originalmente, los huracanes no contaban con nombres específicos; se identificaban por su latitud y longitud, lo que resultaba confuso y propenso a errores. Durante varios siglos, en el Caribe, los huracanes se nombraban según el santo del día en que ocurrían. Por ejemplo, un huracán que impactaba el 26 de julio podría llamarse «Santa Ana». Sin embargo, este método no era efectivo para la comunicación moderna.
Introducción de los nombres
En la década de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, meteorólogos de la Fuerza Aérea y la Marina de los Estados Unidos comenzaron a nombrar ciclones tropicales con nombres de mujeres, en parte como un homenaje a sus esposas y novias. Esta práctica fue ganando popularidad, y en 1953, el Servicio Meteorológico de los Estados Unidos adoptó oficialmente el uso de nombres femeninos para los huracanes en el Atlántico.
Evolución hacia la inclusión de nombres masculinos
El uso exclusivo de nombres femeninos se mantuvo hasta 1979, cuando se decidió incluir también nombres masculinos. Esta decisión fue impulsada por la necesidad de reflejar la igualdad de género y diversificar los nombres utilizados. Desde entonces, los nombres de huracanes alternan entre masculinos y femeninos, siguiendo listas preestablecidas que se repiten cada seis años.
Selección de nombres
Los nombres son seleccionados por un comité internacional de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Existen seis listas para los ciclones en el Atlántico, y cada una se utiliza en rotación. Si un huracán causa un impacto devastador, su nombre se retira de la lista y se reemplaza por otro para evitar sensibilidades futuras. Por ejemplo, nombres como Katrina y Harvey han sido retirados debido a la magnitud de los daños que causaron.
El caso del huracán Milton
El huracán Milton recibió su nombre a través del sistema establecido por la OMM. «Milton» fue seleccionado de una de estas listas predefinidas, programado para usarse en la temporada de huracanes del Atlántico de 2024. La elección no se basa en ninguna persona en particular, sino que se escogen nombres que son familiares y fáciles de pronunciar en la región afectada.
Impacto de los nombres en la percepción pública
El uso de nombres para los huracanes no solo facilita la comunicación, sino que también influye en la percepción pública de estos eventos. Los nombres ayudan a personalizar y humanizar los ciclones, lo que puede aumentar la conciencia y la preparación ante fenómenos naturales. Sin embargo, es crucial que los nombres no generen una falsa sensación de seguridad o alarma, ya que la gravedad de un huracán depende de sus características meteorológicas y su impacto potencial.