Polémica por comunicado del Gobierno argentino donde llaman «Falklands» a las Islas Malvinas
«Estamos identificando al responsable para despedirlo», dijo este miércoles en X, la canciller trasandina Diana Mondino.
El uso del término «Falklands» para referirse a las Islas Malvinas en un comunicado del Ministerio de Defensa argentino generó una fuerte polémica en el país, tanto dentro como fuera del gobierno. La controversia surgió cuando en un documento publicado en la página web de la Coordinación de Veteranos y Veteranas de la Guerra de Malvinas, que depende del Ministerio de Defensa, se mencionó la palabra «Falklands» junto al nombre de «Malvinas». La publicación hacía referencia a una reunión de la canciller Diana Mondino con el vicepresidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Gilles Carbonier, y la mención causó indignación en diversos sectores políticos.
En respuesta a las críticas, Mondino aseguró que están trabajando para identificar al responsable de lo que calificó como una «versión maliciosa» y prometió su despido. A través de una publicación en X (anteriormente Twitter), la canciller expresó que no tolerarán a «cualquiera que, guiado por la ideología de izquierda, atente contra los intereses de los argentinos». Además, prometió «ir a fondo» en la investigación del incidente.
La referencia a «Falklands», nombre utilizado por el Reino Unido para referirse al archipiélago que se encuentra a 600 kilómetros de la costa argentina, fue eliminada posteriormente del sitio web del Ministerio de Defensa. Sin embargo, la controversia ya había desencadenado una serie de reacciones. La oposición no tardó en criticar la gestión de Mondino, señalando que ella, como máxima responsable de la política exterior, debería asumir la responsabilidad. El diputado opositor Pablo Blanco la emplazó públicamente a asumir la culpa, sugiriendo que, si debía despedir a alguien, debería empezar por sí misma.
Por su parte, Santiago Cafiero, ex canciller y actual diputado opositor, calificó la utilización del término como «una entrega de soberanía», destacando que la situación no se trataba de un simple error, sino de un acto que va en contra de la histórica reivindicación de la soberanía argentina sobre las islas. Incluso miembros del oficialismo, como el senador Juan Carlos Romero, manifestaron su descontento, lamentando el uso del nombre «Falklands» en el comunicado.
La controversia llega en un momento delicado para Argentina, país que reclama la soberanía de las Islas Malvinas por vías diplomáticas desde hace casi dos siglos, salvo por la guerra de 1982. Ese conflicto, que duró 74 días, dejó un saldo de 649 soldados argentinos y 255 británicos muertos, y desde entonces, la cuestión de las Malvinas ha sido un tema de gran sensibilidad en la política argentina.
El uso de la denominación británica de las islas en documentos oficiales es visto como una afrenta a la postura histórica de Argentina, que considera que las Malvinas son parte integral de su territorio. La reacción rápida del gobierno para retirar el comunicado refleja el delicado equilibrio que debe mantener en un tema que toca la fibra nacionalista del país. A medida que la investigación interna avanza, la expectativa se centra en cómo se manejará este nuevo episodio y sus posibles repercusiones en la política exterior argentina.