Mujeres latinas advierten a votantes los riesgos del veto al aborto en EU
El acceso a la interrupción del embarazo ha orillado a las mujeres de Estados Unidos a situaciones de alto riesgo independientemente de si su aborto es deseado o no.
El acceso al aborto ha emergido como una de las principales preocupaciones de los votantes en Estados Unidos, especialmente en estados como Arizona, Nevada y Florida, donde las restricciones han puesto a muchas mujeres en situaciones peligrosas. Este creciente enfoque ha sido impulsado en parte por la experiencia de mujeres de Latinoamérica, quienes han sufrido las consecuencias de estrictas leyes antiaborto y que ahora recorren varias ciudades de EE. UU. advirtiendo sobre los riesgos de prohibir esta práctica.
Una de estas mujeres es Cristina Quintanilla, quien a los 17 años fue condenada a 30 años de prisión en El Salvador tras sufrir un aborto espontáneo. Quintanilla cuenta cómo, aún sangrando y con dificultades para caminar, fue arrestada directamente en el hospital. Su caso es emblemático de la represión en El Salvador, donde el aborto es ilegal bajo cualquier circunstancia, con penas que pueden alcanzar hasta los 50 años de prisión.
Quintanilla, junto con otras mujeres de la «Ola Verde», una coalición de activistas latinoamericanas, recorre Estados Unidos compartiendo sus historias para alertar sobre las posibles consecuencias de aprobar leyes restrictivas. Esta movilización ocurre en un momento crítico, ya que al menos 18 estados de EE. UU. han endurecido sus leyes de aborto tras la decisión de la Corte Suprema en 2022 de revocar las protecciones federales bajo el fallo de Roe v. Wade.
La activista María Teresa Liberman Parraga, del Women Equality Center, destaca la importancia de conectar la lucha por el aborto en EE. UU. con las experiencias de América Latina, donde países como Argentina y México han logrado avances importantes en la legalización del aborto, pero donde aún persisten desafíos.
Además del testimonio de Quintanilla, mujeres como Manuela, quien sufrió una violación durante el conflicto armado en Colombia y se vio obligada a someterse a un aborto clandestino, forman parte de esta campaña. Historias como la suya ilustran la doble victimización que sufren muchas mujeres, ya que enfrentan la violencia sexual y luego el estigma y las consecuencias legales por buscar un aborto.
La campaña «El aborto es salud» incluye un altar de muertos, en honor a las mujeres que han perdido la vida debido a abortos clandestinos o a la negativa de los médicos de realizar el procedimiento.
En noviembre, los votantes en Arizona decidirán sobre la propuesta 139, que busca convertir el aborto en un derecho protegido por la constitución estatal, permitiendo su práctica hasta las 24 semanas de gestación y eliminando las penalidades para los profesionales de la salud involucrados.