Mujer salvó la vida de un abuelo que estaba sufriendo un infarto en su cicla: «Mi heroína»
El abuelo estuvo sin pulso casi 30 minutos hasta que llegaron los paramédicos al lugar. «Ella vio a un desconocido luchando por su vida y actuó sin dudarlo», dijo el ciclista en agradecimiento.
En las afueras de Rochester, Nueva York, lo que parecía un tranquilo paseo en bicicleta para Mark Reissig, un abuelo de 65 años y exmaestro de Walworth, se convirtió en una pesadilla cuando sufrió un ataque cardíaco repentino. Reissig, un ciclista y triatleta experimentado que recorría alrededor de 250 kilómetros a la semana, nunca había mostrado signos de problemas cardíacos ni antecedentes familiares. En una entrevista, Reissig comentó: «Nunca tuve síntomas previos… todo pasó tan rápido, no lo vi venir».
A mitad de su recorrido, comenzó a sentirse mal y se desplomó. En ese momento, Molly Ames, una conductora que pasaba por el lugar, notó que algo andaba mal y decidió detenerse. Siguiendo su instinto, Molly se acercó al ciclista, quien apenas pudo pedirle que llamara a emergencias antes de perder el conocimiento. Fue entonces cuando Molly contactó con los servicios de emergencia y recibió instrucciones de Megan Williams, una operadora del 911, para realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).
Durante siete minutos, Molly realizó compresiones en el pecho de Reissig mientras seguía las instrucciones de la operadora. Cuando los paramédicos llegaron, Mark había estado sin pulso por casi 30 minutos. Gracias a la rápida intervención de Molly y la asistencia de Megan, los equipos médicos lograron reanimarlo.
La ciudad de Walworth reconoció la valentía de Molly Ames en una ceremonia especial, donde se le otorgó una proclamación oficial por sus acciones heroicas. La senadora estatal Pam Helming también le entregó una mención especial del Senado de Nueva York. Megan Williams, la operadora del 911, y Katie Cook, médica del Escuadrón de Emergencias Voluntarias de Ontario, también fueron honradas por su trabajo.
Reissig no pudo contener su gratitud, llamando a Molly su «heroína» por salvarle la vida sin dudarlo. Ames, por su parte, espera que su historia inspire a otros a actuar de manera similar en situaciones de emergencia: «Si yo pude, cualquiera puede hacerlo. Solo necesitamos estar dispuestos a ayudar».
Gracias a la valentía de Molly y al rápido accionar de los servicios de emergencia, Mark Reissig sigue vivo y su familia, incluidas sus seis nietas, podrán disfrutar de muchos más paseos en bicicleta junto a él.