Mujer murió en EEUU por retraso en atención médica debido a restricciones al aborto
Amber Nicole Thurman, de 28 años, desarrolló una rara complicación a causa de píldoras abortivas y falleció durante una cirugía de urgencia.
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Amber Nicole Thurman, de 28 años, desarrolló una rara complicación a causa de píldoras abortivas y falleció durante una cirugía de urgencia.
La muerte de Amber Nicole Thurman, una mujer de 28 años de Georgia, ha generado indignación entre los defensores de los derechos reproductivos en Estados Unidos. Thurman falleció en agosto de 2022 por complicaciones tras un aborto farmacológico, y según un informe de ProPublica, su deceso pudo haber sido prevenido si no hubiera habido retrasos en la atención médica, causados por las restricciones impuestas por la ley del aborto en Georgia.
La nueva legislación, que entró en vigor poco antes de su muerte, tipificaba como delito grave la realización de ciertos procedimientos abortivos, lo que generó confusión entre los profesionales médicos y retrasó la intervención crítica que Thurman necesitaba. Según un comité oficial del estado, un procedimiento de legrado uterino que habría salvado su vida se retrasó 17 horas, lo que resultó en su fallecimiento debido a una sepsis aguda.
Mini Timmara, presidenta de Reproductive Freedom for All, responsabilizó directamente al expresidente Donald Trump y al gobernador de Georgia, Brian Kemp, por su papel en la promulgación de estas leyes restrictivas. Las políticas en torno al aborto se han convertido en un tema clave para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, especialmente tras la decisión de la Corte Suprema de 2022 que anuló el derecho federal al aborto, impulsando prohibiciones en varios estados.
El caso de Thurman es el primero reconocido oficialmente como una muerte «evitable» vinculada a las nuevas leyes de aborto, y ProPublica planea revelar detalles de otro caso similar. La muerte de Thurman ha expuesto el impacto directo que estas restricciones tienen sobre la salud de las mujeres, y ha intensificado el debate sobre los derechos reproductivos en el país.
Amber Thurman, madre de un niño de seis años, tomó la decisión de interrumpir su embarazo gemelar debido a preocupaciones económicas. Aunque inicialmente intentó someterse a un aborto quirúrgico, las restricciones en Georgia la obligaron a buscar una clínica en Carolina del Norte, donde, tras perder una cita por problemas de tráfico, optó por un aborto farmacológico. La complicación que siguió, junto con los retrasos en el tratamiento, terminó costándole la vida.
Este caso ha reforzado las críticas hacia las leyes restrictivas del aborto en varios estados de EE. UU., señalando los peligros y los riesgos de salud que enfrentan las mujeres debido a las barreras legales.