Mueren los 157 ocupantes de un avión que se estrelló tras despegar
Un Boeing 737 de Ethiopian Airlines que despegó de Adís Abeba (Etiopía) en dirección de Nairobi (Kenia) se estrelló el domingo por la mañana poco después de despegar con 157 personas a bordo que no sobrevivieron a la tragedia.
«Ethiopian Airlines lamenta confirmar que su vuelo ET302/10 de marzo que cubría la ruta Adís Abeba-Nairobi tuvo un accidente», indicó la compañía en un boletín informativo publicado en Twitter.
En un segundo boletín publicado unas horas más tarde la compañía confirmó que «no hay sobrevivientes».
El Boeing 737 había despegado a las 08:38 a.m. (00:38 hora peruana) del aeropuerto internacional Bole de Adís Abeba y «perdió contacto» seis minutos después, informó el medio estatal Fana Broadcasting Corporate. El aparato, con 157 personas a bordo, debía aterrizar en Nairobi hacia las 10:30 a.m. (01:30 hora costarricense).
Las condiciones meteorológicas eran buenas el domingo por la mañana en la capital etíope. El aparato se estrelló en la región de Bishoftu, a unos 60 km al sur de Adís Abeba.
La compañía estableció una célula de crisis para informar a los pasajeros y habilitó líneas telefónicas para los familiares y allegados de los pasajeros del aparato.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, expresó en Twitter sus «profundas condolencias a las familias de los que perdieron sus allegados en el vuelo regular»de Ethiopian Airlines.
«Estamos afligidos por las noticias que indican que un avión de línea de Ethiopian Airlines se estrelló seis minutos después de despegar en dirección a Nairobi. Mis oraciones son para todas las familias y a los allegados de los que estaban a bordo», dijo por su parte en Twitter el presidente keniano, Uhuru Kenyatta.
Un avión reciente
En su cuenta Twitter, los colores característicos de la compañía fueron reemplazados por negro y blanco.
En el aeropuerto internacional de Nairobi los allegados de los pasajeros dieron cuenta por la mañana a la agencia AFP de sus pocas esperanzas de volver a ver a sus parientes.
«Espero que todo vaya bien», dijo Peter Kimani, que fue al aeropuerto a buscar a su hermana Florence Wangari, una enfermera «que viaja mucho». «Sólo podemos rezar para que no haya subido al avión».