Médicos confundieron paro cardíaco con un nervio comprimido; la enviaron a casa con paracetamol y murió
La historia de la mujer se ha hecho viral rápidamente
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La historia de la mujer se ha hecho viral rápidamente
En un lamentable suceso que ha conmocionado a la comunidad, la familia de Jade Ellis, una joven madre de dos hijos, ha recibido una indemnización de 130.000 libras tras el reconocimiento de un grave error médico que resultó en su muerte. La tragedia se desencadenó cuando el personal del hospital confundió un paro cardíaco con un simple nervio comprimido.
Jade Ellis, originaria de Inglaterra, acudió al hospital del NHS con dolores intensos en el brazo izquierdo y el pecho, síntomas clásicos de un posible infarto. Preocupada por su salud, decidió buscar atención médica de inmediato. Sin embargo, a pesar de las señales claras de un problema cardíaco grave, los médicos que la atendieron descartaron la posibilidad de un infarto, diagnosticándola en cambio con un nervio atrapado. Como resultado, la joven madre fue medicada únicamente con paracetamol y enviada de vuelta a casa sin recibir las pruebas necesarias para confirmar su verdadero estado de salud.
La falta de un análisis de sangre, que podría haber detectado problemas cardíacos, fue un factor determinante en este desenlace trágico. Sandra Bartlett, madre de Jade, expresó su dolor y frustración al recordar cómo su hija confió plenamente en el diagnóstico erróneo del médico. «Le dijeron que volviera a casa con un diagnóstico de nervio pinchado. Si le hubieran hecho un análisis de sangre, hoy estaría viva», lamentó Bartlett.
En respuesta a este lamentable incidente, la Junta de Salud Local de la Universidad Cwm Taf Morgannwg reconoció su responsabilidad, admitiendo que el manejo de los síntomas de Jade Ellis fue inadecuado. Afirmaron que, a pesar de su juventud, los síntomas de Jade eran consistentes con un posible síndrome coronario agudo, y que atribuir sus dolores a una afección musculoesquelética fue un grave error.
La Junta de Salud ofreció una disculpa a la familia, reconociendo que si Jade no hubiera sido dada de alta tan prematuramente, podría haber tenido la oportunidad de sobrevivir. Según los documentos judiciales presentados, los médicos no llevaron a cabo las investigaciones necesarias que habrían podido salvar su vida.
Apenas dos horas después de regresar a su hogar, el dolor en el pecho de Jade volvió con fuerza, desencadenando un infarto. A pesar de que los servicios de emergencia llegaron a las 3:55 de la mañana, Jade Ellis fue declarada muerta en su casa a las 5:00 am, dejando a su familia devastada por una pérdida que, según ellos, podría haberse evitado.
Este trágico caso resalta la importancia de una atención médica precisa y oportuna, y cómo un diagnóstico erróneo puede tener consecuencias irreparables. La historia de Jade Ellis ha generado una profunda reflexión sobre la necesidad de mejoras en los sistemas de salud para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir.
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