Las ratas que venden en mercados asiáticos albergan múltiples virus
Las ratas que se comercializan y consumen en mercados y restaurantes del sudeste asiático albergan múltiples virus.
El comercio de vida silvestre es muy peligroso, como se pudo comprobar de forma devastadora estos últimos meses con la pandemia decoronavirus.
Todo apunta a que el Covid-19, que afectó a nivel mundial, surgió de un mercado de Wuhan, China, donde se comercializan especies salvajes como el pangolín, serpientes o murciélagos.
En los últimos meses no pararon de salir estudios sobre el riesgo que conlleva este comercio y consumo de vida silvestre, hasta el punto de que en Wuhan, epicentro de la crisis sanitaria global, se decretó la prohibición oficial del consumo de animales salvajes.
Ahora, un nuevo estudio corrobora este gran riesgo. Los resultados preliminares, publicados en BioRxiv, demuestran que las ratas que se comercializan y consumen en mercados y restaurantes del sudeste asiático albergan múltiples coronavirus.
Aunque las cepas detectadas son diferentes de Covid-19 y no se cree que sean peligrosas para la salud humana, el equipo de investigadores de Estados Unidos y Vietnam, responsables del estudio, advierten que el comercio de vida silvestre puede ser una incubadora de enfermedades.
La proporción de positivos aumentó a medida que los animales vivos fueron trasladados de su lugar de origen a los lugares de comercio y consumo, lo que sugiere que estaban adquiriendo virus en el proceso.
La mezcla de múltiples coronavirus, y su aparente amplificación a lo largo de la cadena de suministro en restaurantes, sugiere un ‘’riesgo máximo para los consumidores finales’’, aseguran los autores del estudio.
Se cree que los orígenes de la pandemia actual se encuentran en el comercio de vida silvestre, con la enfermedad emergiendo en murciélagos y saltando a las personas a través de otra especie, aún no identificada.
‘’Si bien estos no son virus peligrosos, ofrecen información sobre cómo los virus pueden amplificarse en estas condiciones’’, explica Sarah Olson, del grupo de conservación WCS con sede en Nueva York, que dirigió el estudio junto con expertos en Vietnam.
Las ratas son una fuente de alimento común en Vietnam, donde son capturadas en arrozales y transportadas a mercados y restaurantes, para ser sacrificadas como una fuente fresca de carne. Los roedores también se crían en granjas de vida silvestre, junto con otros animales como puercoespines.