Kamala Harris sobre aborto: «Trump no debería decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo»
Kamala Harris abogó en el debate con Donald Trump, por volver a implementar una protección federal al aborto a nivel federal, derogada por el Tribunal Supremo en 2022. ¿Qué respondió el republicano?
En el primer debate presidencial de este año, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump intercambiaron fuertes declaraciones sobre el aborto, marcando una clara división entre las posiciones demócrata y republicana en este tema clave.
Kamala Harris subrayó su posición en favor de una protección federal del aborto, una medida que fue eliminada por el Tribunal Supremo en junio de 2022. Ella enfatizó que ni el gobierno ni Trump deberían dictar lo que una mujer puede o no hacer con su cuerpo. Además, criticó las prohibiciones y restricciones al aborto implementadas en muchos estados gobernados por republicanos, argumentando que estas restricciones están poniendo en riesgo la vida de las mujeres y creando caos debido a la falta de directrices claras. Si llega a la Casa Blanca, Harris se comprometió a bloquear cualquier legislación republicana que busque prohibir el aborto a nivel nacional y ha instado al Congreso a aprobar una ley federal que garantice el acceso al aborto.
Donald Trump, por su parte, inició su intervención con la afirmación infundada de que los demócratas permiten el aborto hasta los nueve meses de gestación e incluso la «ejecución» de bebés nacidos, lo cual fue desmentido por los moderadores del debate. Aunque se mostró a favor de las excepciones a las restricciones del aborto en casos de violación, incesto y peligro para la vida de la madre, también defendió el fallo del Tribunal Supremo que restringió el aborto, celebrado por la mayoría conservadora. En un intento por atraer a votantes independientes, Trump mencionó su propuesta de hacer que el tratamiento de fecundación in vitro sea gratuito para las mujeres, aunque evitó comprometerse a vetar una prohibición nacional del aborto al considerar que no sería necesario debido a la falta de apoyo en el Congreso.
Desde el fallo de la Corte Suprema, que devolvió la autoridad de regular el aborto a los estados, 21 de los 50 estados han impuesto prohibiciones o restricciones severas al aborto. La falta de excepciones en muchos casos ha generado una crisis en la atención médica para las mujeres y ha puesto en peligro sus vidas. El debate sobre el aborto sigue siendo una cuestión profundamente divisiva en la política estadounidense, con posiciones opuestas entre los demócratas que buscan una protección federal y los republicanos que apoyan restricciones más estrictas a nivel estatal. Este tema será crucial en las elecciones de noviembre, ya que refleja las profundas diferencias en las políticas de salud reproductiva y los derechos de las mujeres entre los dos principales candidatos.