Justicia de Colombia ordena cazar a los hipopótamos de Pablo Escobar
Los magistrados especificaron que las medidas deben incluir «la caza controlada y la esterilización» de los hipopótamos de Pablo Escobar.
Un tribunal en Colombia ha ordenado medidas para controlar y eventualmente erradicar la población de hipopótamos descendientes de una pareja traída al país en los años 80 por Pablo Escobar, el infame barón de la cocaína. La decisión del Tribunal Administrativo de Cundinamarca responde a la preocupación por el impacto ecológico que estos animales están causando en la región.
Orden del Tribunal
El fallo, publicado en el sitio web del tribunal, establece un plazo de tres meses para que el Ministerio de Ambiente de Colombia elabore una regulación que contemple acciones específicas para la erradicación de estos hipopótamos. Entre las medidas ordenadas se incluyen «la caza controlada y la esterilización» de los animales.
El Ministerio de Ambiente ya había anunciado un plan a finales del año pasado que incluía la esterilización de algunos de los hipopótamos y la eutanasia de otros. Sin embargo, la implementación ha sido lenta, con pocos avances en la esterilización y sin haber llevado a cabo ninguna eutanasia hasta la fecha. Además, los intentos de trasladar a los hipopótamos a otros países como México, India y Filipinas no han prosperado.
Historia de los Hipopótamos
Los hipopótamos llegaron a Colombia en los años 80 cuando Pablo Escobar introdujo una pareja africana en el zoológico personal de su Hacienda Nápoles, situada en la región del Magdalena Medio. Tras la muerte de Escobar en 1993 y la intervención oficial en sus propiedades, los hipopótamos quedaron desamparados y comenzaron a reproducirse sin control.
Para finales de 2023, se había estimado que había alrededor de 166 hipopótamos en la región. Si no se toman medidas para controlar su población, el Ministerio de Ambiente calcula que para 2035 podrían haber hasta 1,000 hipopótamos.
Impacto Ecológico y Controversias
El crecimiento descontrolado de la población de hipopótamos está amenazando la fauna local, como el manatí, y generando conflictos con las comunidades cercanas. Algunos hipopótamos han atacado a pescadores en el río Magdalena, uno de los principales ríos del país.
A pesar de la necesidad de controlar la población de hipopótamos para proteger el equilibrio ecológico, la propuesta de caza ha generado controversia. Animalistas y trabajadores del sector turístico se oponen a la caza de estos animales, defendiendo su protección y cuestionando las medidas drásticas.
El desafío ahora es encontrar un equilibrio entre la protección de las especies locales y el manejo ético de los hipopótamos, una tarea que sigue siendo complicada y polémica.