Incendios forestales en Quito no dan tregua: hay olor a quemado en toda la ciudad
«Quito se encuentra bajo ataque. No es normal que tengamos cerca de 33 quemas durante una jornada», dicen autoridades de la capital de Ecuador, que buscan a quienes causaron los incendios forestales.
La ciudad de Quito se enfrenta a una grave crisis ambiental provocada por cinco incendios forestales simultáneos que han afectado a la capital ecuatoriana. Estos incendios, que comenzaron el martes, han dejado seis personas heridas y destruido siete viviendas, con un fuerte viento de verano agravando la situación. Las autoridades locales sospechan que los fuegos han sido provocados deliberadamente, lo que ha generado una intensa búsqueda de los responsables.
Carolina Andrade, secretaria de Seguridad del municipio, describió el evento como un ataque inusual a la ciudad, destacando que se registraron 33 puntos de activación de incendios en un solo día. Mientras tanto, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, calificó a los responsables como «criminales» y «terroristas» y anunció la implementación de recompensas para dar con los «pirómanos».
El incendio más grave sigue activo en el cerro Auqui, afectando a zonas residenciales cercanas y al Parque Metropolitano Guangüiltagua, uno de los más grandes de Quito. Como medida preventiva, más de 100 familias han sido evacuadas, y las clases fueron suspendidas debido a la mala calidad del aire, que ha alcanzado niveles insalubres en algunas áreas. Los esfuerzos de 2.000 bomberos, militares y socorristas continúan para controlar las llamas, mientras los residentes de la ciudad utilizan mascarillas para protegerse del humo.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, canceló su participación en la asamblea de la ONU para regresar al país y gestionar la emergencia. La crisis llega en medio de una sequía sin precedentes que afecta al país, considerada la peor en 61 años, lo que ha exacerbado los incendios forestales. Desde principios de año, Ecuador ha registrado 3.300 incendios, con 38.000 hectáreas de vegetación quemadas y un fuerte impacto en la agricultura y el suministro de agua y electricidad.
La gravedad de la situación ha llevado al gobierno a declarar la alerta roja en 20 de las 24 provincias del país, mientras las autoridades siguen trabajando para contener la crisis en la capital.