Hezbolá confirma la muerte de su máximo líder, Hassan Nasrallah
El grupo chií libanés Hezbolá confirmó el sábado 28 de septiembre la muerte de su líder, Hassan Nasrallah, tras un intenso bombardeo israelí en los suburbios meridionales de Beirut.
El grupo chií libanés Hezbolá confirmó este sábado 28 de septiembre la muerte de su líder, Hassan Nasrallah, tras un ataque aéreo israelí en los suburbios del sur de Beirut. Israel asegura que el bombardeo, llevado a cabo el viernes, alcanzó el cuartel general del movimiento armado, una operación planificada con precisión por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
En un comunicado, Hezbolá anunció que «Su eminencia Sayyed Hasán Nasrala, secretario general de Hizbulá, se unió a sus grandes e inmortales mártires», sin detallar las circunstancias exactas de su fallecimiento. Nasrallah, quien dirigió la organización durante 32 años, fue una figura clave en la política y los conflictos del Líbano, siendo responsable de la planificación de múltiples ataques tanto en Israel como en el extranjero, según destacó el Jerusalem Post.
Detalles del ataque
El ataque aéreo que acabó con la vida de Nasrallah se produjo el viernes en Dahieh, un área residencial al sur de Beirut, donde Hezbolá tenía su cuartel general subterráneo. El bombardeo fue llevado a cabo por aviones israelíes utilizando información proporcionada por el sistema de inteligencia militar de las FDI.
Junto a Nasrallah, falleció también Ali Karaki, comandante del frente sur de Hezbolá, así como otros altos mandos de la organización. El jefe del Estado Mayor de las FDI, Teniente General Herzi Halevi, afirmó tras el ataque: «Este no es el final de nuestra caja de herramientas», sugiriendo que Israel aún dispone de recursos para futuras operaciones contra Hezbolá.
Un impacto regional
La muerte de Nasrallah marca el fin de una era para Hezbolá, una organización que bajo su liderazgo se consolidó como una de las fuerzas más influyentes en el Líbano, con poder militar y político significativo. Su figura, venerada por sus seguidores y criticada por sus detractores, dejó un profundo impacto en el conflicto árabe-israelí y en la política de Medio Oriente.
La desaparición de Nasrallah crea incertidumbre sobre el futuro de Hezbolá y el liderazgo que emergerá en la organización, además de aumentar las tensiones en una región que ya enfrenta numerosos conflictos.