Hamás anuncia acuerdo de «unidad nacional» con rivales palestinos
La Franja de Gaza actualmente es escenario de una devastadora guerra con miles de víctimas entre el movimiento islamista Hamás e Israel.
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La Franja de Gaza actualmente es escenario de una devastadora guerra con miles de víctimas entre el movimiento islamista Hamás e Israel.
El movimiento islamista Hamás reveló el martes un acuerdo histórico firmado en China con varias facciones palestinas, incluyendo a su tradicional rival Fatah. Este acuerdo, descrito por Pekín como un plan para gobernar la Franja de Gaza tras el conflicto con Israel, marca un hito en las relaciones entre los grupos palestinos y la comunidad internacional.
El ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, detalló que representantes de 14 agrupaciones palestinas han acordado establecer un «gobierno interino de reconciliación nacional» para la Franja de Gaza, que se implementará una vez finalice la guerra en la región. Wang, quien recibió a líderes de Hamás y Fatah en Pekín, subrayó que este pacto es el «punto culminante» de la denominada «declaración de Pekín».
Durante la firma del acuerdo, Musa Abu Marzuk, uno de los altos dirigentes de Hamás, expresó: «Hoy hemos firmado un acuerdo de unidad nacional. Nuestro objetivo es completar este recorrido a través de la unidad nacional, y estamos plenamente comprometidos con este propósito». Abu Marzuk destacó la importancia de alcanzar esta unidad y pidió el apoyo de la comunidad internacional.
Mientras tanto, Fatah, que dirige la Autoridad Palestina con control administrativo parcial en Cisjordania, ha mantenido una relación tensa con Hamás. La animosidad entre ambos grupos surgió después de que Hamás expulsara a Fatah de la Franja de Gaza tras las elecciones de 2006.
El conflicto actual en Gaza, que enfrenta a Hamás con Israel, ha exacerbado las dificultades en la región. En este contexto, Wang Yi mencionó que «la reconciliación entre las facciones palestinas es fundamental, pero también requiere el respaldo de la comunidad internacional». Pekín, que ha intentado posicionarse como un mediador constructivo en el conflicto, busca desempeñar un papel positivo en la restauración de la paz y la estabilidad en Oriente Medio.