Gemelas celebraron 102 años de vida: «Nos sentimos muy afortunados», dicen familiares

Marilyn Wright y Madelyn Casper, dos hermanas gemelas nacidas en Ohio en 1922, acaban de alcanzar un hito extraordinario al celebrar juntas su 102º cumpleaños. El pasado domingo, 15 de septiembre, se reunieron rodeadas de su familia y seres queridos, disfrutando de una emotiva celebración que destacó la longevidad y el vínculo inquebrantable que las une.

El evento contó con la presencia de sus 13 hijos en total, quienes compartieron anécdotas, risas y reflexiones sobre las vidas de estas mujeres excepcionales. Ambas siguen gozando de buena salud física y mental, algo que su familia considera un regalo invaluable. Julie Fox, hija de Marilyn, expresó: «Nos sentimos muy afortunados de tenerlas a ambas con nosotros. No solo gozan de buena salud física, sino también mental».

Durante la celebración, Marilyn bromeó sobre el «secreto» de su larga vida, mencionando que un cóctel antes de la cena era una de sus rutinas favoritas, aunque rápidamente añadió un consejo más profundo: «Hay que ser amable con los demás».

Un vínculo único e inseparable

Crecidas en Toledo, Ohio, Marilyn y Madelyn, conocidas en su juventud como «las gemelas Johnson», siempre tuvieron una conexión especial que se mantuvo intacta a lo largo de los años. A pesar de vivir en ciudades distintas, su sincronía sigue sorprendiendo. Marilyn compartió una divertida anécdota durante la celebración: «Una vez llamé a Madelyn para decirle que acababa de hacer un pastel de carne, y resulta que ella también había hecho uno el mismo día».

Un legado de amor y familia

A lo largo de sus vidas, las gemelas han compartido numerosos momentos significativos, desde matrimonios hasta la crianza de sus hijos, siempre apoyándose mutuamente en los retos y alegrías. A pesar de la distancia física que las separa actualmente, su relación sigue siendo tan cercana como siempre, un testimonio de su amor incondicional, humor y dedicación mutua.

Estas hermanas centenarias continúan siendo un ejemplo de longevidad, fortaleza familiar y el poder de un vínculo profundo.