Gata cría a un centenar de pollitos como sus hijos: «Un mejor papel que la gallina»
En una granja, una gata se ha encargado de criar a estos pollitos. Los limpia, los acurruca, los lleva y los trae, como si fuera su verdadera mamá. Las imágenes son conmovedoras.
Redacción
Publicado: mayo 16, 2024
En el mes de las madres, esta es una enternecedora historia sobre el instinto de una mamá en el mundo animal y que tiene como protagonista a una gata.
En una granja, una historia singular ha cautivado corazones: una gata se ha convertido en la madre adoptiva de cientos de pollitos, desempeñando un papel maternal con una dedicación excepcional.
La conmovedora narrativa comienza hace seis años, cuando Jangiz Hamad encontró a la gata en su jardín y comenzó a cuidarla, llevándola a su hogar donde encontró un refugio permanente. Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó cuando la gata empezó a mostrar un vínculo con los pollitos.
Según relata Hamad, después de traer algunos polluelos del mercado a casa, la gata comenzó a interactuar con ellos de manera inesperada. A pesar de su inicial preocupación de que la gata pudiera dañar a los pollitos, ella demostró un instinto maternal sobresaliente, cuidándolos con ternura y dedicación.
Desde entonces, la gata se ha convertido en la figura materna de los pollitos, criando a aproximadamente un centenar a lo largo del tiempo. Hamad estima que cada dos meses, la gata trae entre 20 y 30 polluelos para que los cuide. Este último grupo es especialmente especial, ya que se mezclan sin distinción con los propios gatitos de la gata.
Hamad elogia la habilidad maternal de la gata, destacando que su cuidado ha llevado a una tasa de supervivencia excepcionalmente alta entre los pollitos. Según él, la gata desempeña un papel más efectivo que incluso las gallinas en el proceso de crianza.
Esta historia resalta la naturaleza altruista y amorosa de los animales, mostrando cómo la maternidad trasciende las barreras de la especie, y nos recuerda la importancia del cuidado y la ternura en el mundo animal.
