EU acusa a presunto grupo de supremacistas blancos de intentar incitar una guerra racial

Redacción Publicado: septiembre 10, 2024

Los fiscales estadounidenses han revelado cargos graves contra Dallas Humber y Matthew Allison, presuntos líderes de «The Terrorgram Collective», una pandilla de supremacistas blancos. Se les acusa de incitar ataques contra personas de razas, religiones, orientaciones sexuales y nacionalidades diversas con el objetivo de fomentar una guerra racial.

Detalles del Caso:

1. Cargos:
   • Dallas Humber, de 34 años y residente de Elk Grove, California.
   • Matthew Allison, de 37 años y residente de Boise, Idaho. Ambos enfrentan 15 cargos penales que incluyen solicitar delitos motivados por odio y brindar apoyo material al terrorismo.
2. Actividades del Grupo:
   • Uso de Telegram: El grupo utilizó la plataforma de mensajería Telegram para alentar y celebrar actos de violencia y supremacía blanca a nivel global.
   • Documentos y Instrucciones: Crearon y distribuyeron un documento que justificaba su ideología y contenía instrucciones detalladas sobre cómo llevar a cabo ataques terroristas, incluyendo la fabricación de bombas.
3. Objetivos:
   • Personas y Comunidades: Incluyeron en su lista de objetivos a personas negras, judías, LGBTQ, migrantes y funcionarios del gobierno estadounidense.
   • Infraestructura Crítica: También apuntaron a sitios de infraestructura crítica con el objetivo de causar un colapso social.
4. Respuesta del Departamento de Justicia:
   • Estrategia de Enfrentamiento: Kristen Clarke, directora de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, subrayó la determinación del gobierno federal para enfrentar el odio, tanto en las calles como en plataformas en línea.
   • Herramientas Legales: Se comprometió a utilizar todas las herramientas disponibles para responsabilizar a los perpetradores de odio.
5. Situación Legal Actual:
   • Detención y Representación Legal: Humber y Allison están detenidos, pero no se ha confirmado si tienen representación legal.

Este caso resalta la creciente preocupación por las actividades de supremacistas blancos en los EE.UU. y el compromiso de las autoridades para abordar y erradicar estas amenazas.