El impactante caso de ‘Madre Dios’, la mujer líder de una secta quien aseguraba haber sido Jesús
La mujer fue momificada por sus seguidores, quienes esperaban que una nave espacial se la llevara.
La Trágica Historia de Amy Carlson: De Mujer a «Madre Dios» y el Desgarrador Final
En un giro de destino que desafía toda lógica, la historia de Amy Carlson, una mujer común que buscaba respuestas en el mundo espiritual, terminó en una tragedia que sacudió a quienes la rodeaban.
El Despertar Espiritual y la Espiral Descendente
A los 30 años, Amy se adentró en un viaje espiritual que la llevó a creer que era la reencarnación de figuras históricas como Marilyn Monroe y Jesucristo. Su búsqueda de iluminación la sumergió en un mundo de creencias de la nueva era y teorías de conspiración, donde se autodenominaba «la madre de Dios».
El Vínculo Fatídico y la Formación de una Secta
En su camino espiritual, Amy se cruzó con Amerith WhiteEagle, quien la convenció de que eran «llamas gemelas», mitades de un mismo ser destinadas a reunirse. Juntos fundaron la ‘Galactic Federation of Light’ y más tarde la secta ‘Love Has Won’, reclutando seguidores y propagando sus ideas a través de videos en línea.
La Caída de una Deidad y la Ascensión de un Nuevo Líder
Con el tiempo, la influencia de Amy se desvaneció, y Miguel Lamboy asumió el papel de «Dios Padre» en la secta. Bajo su liderazgo, la creencia en una misión divina para guiar a 144,000 personas hacia la iluminación alcanzó su punto álgido.
El Declive y el Triste Final
Amy, consumida por sus propios remedios y alcohol, se convirtió en una sombra de su antiguo yo. Su salud se deterioró rápidamente, mientras que su control sobre la secta se volvió cada vez más dictatorial y coercitivo. Finalmente, su cuerpo momificado fue descubierto en un altar improvisado en su casa, marcando el trágico final de una vida envuelta en delirios y falsas promesas.
Conclusión: Un Lamentable Epílogo
El legado de Amy Carlson, conocida como «Madre Dios», es uno marcado por la obsesión, el fanatismo y la pérdida de rumbo. Su historia sirve como un recordatorio sombrío de los peligros de la manipulación y el extremismo en el ámbito espiritual, y como una llamada de atención sobre la fragilidad de la mente humana frente a la búsqueda desesperada de significado y trascendencia.