Dominique Pelicot se ausenta de nuevo de su juicio por violar a su esposa en Francia
Entre 2011 y 2020, el principal acusado administró a escondidas medicamentos a su esposa para dormirla y violarla junto a desconocidos contactados por internet.
Dominique Pelicot, el principal acusado en un mediático juicio en Francia, está siendo procesado por drogar a su esposa durante casi una década para violarla junto a desconocidos que contactaba por internet. El juicio, que comenzó el 2 de septiembre, se sigue con gran interés en Francia y a nivel internacional debido a la gravedad de los cargos, y Pelicot, de 71 años, enfrenta acusaciones junto a 50 hombres más por agredir sexualmente a su exesposa, Gisèle.
Entre 2011 y 2020, Pelicot administró medicamentos a su esposa sin su conocimiento, dejándola inconsciente mientras permitía que decenas de hombres abusaran de ella en su hogar. Los acusados, que enfrentan hasta 20 años de prisión, fueron contactados a través de foros y páginas web de internet.
El lunes, Pelicot no se presentó en la audiencia debido a una operación médica, lo que fue permitido por el juez Roger Arata, quien señaló que se evaluará su regreso al juicio en los próximos días. No es la primera vez que el acusado se ausenta; en septiembre, también faltó por problemas intestinales, lo que llevó al tribunal a tomar medidas, como proporcionarle una silla especial para asistir a las sesiones.
Esta semana, el juicio se enfoca en un tercer grupo de acusados, incluido Jérôme V., un hombre de 46 años que admitió haber acudido seis veces a la casa de los Pelicot para participar en las agresiones. La fiscalía ha presentado pruebas contundentes, incluidos videos de los actos cometidos, aunque el juez ha decidido no permitir la proyección de estos materiales en la sala ante el público y los periodistas, una medida que ha sido criticada por los abogados de la víctima.
Gisèle Pelicot, quien luchó para que el juicio fuera público, expresó a través de sus abogados que su objetivo es que este proceso ayude a trasladar la vergüenza a los culpables, buscando justicia tras años de abuso sistemático. La sentencia está prevista para el 20 de diciembre, y el caso ha provocado un profundo debate en Francia sobre el consentimiento, el abuso sexual y la complicidad en casos de agresión.